En Mendoza ya se aplican nebulizaciones de Ibuprofeno contra el Covid-19 con resultados alentadores

Científicos en Córdoba llevan dos meses tratando a 125 pacientes. El método, que permite frenar la inflamación respiratoria, ya se prueba en el hospital El Carmen.

El Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba usa el método en esa provincia y en Buenos Aires. Foto: Gentileza
El Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba usa el método en esa provincia y en Buenos Aires. Foto: Gentileza

“Esto no es una una vacuna ni algo similar. Es un tratamiento”, aclaró desde un principio el médico investigador independiente del Conicet, Néstor García (53). Nacido en San Juan, completó su secundaria en Mendoza (en el Liceo Militar General Espejo) y actualmente está radicado en Córdoba. Es uno de los integrantes del equipo del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor) que desde hace dos meses está trabajando con cerca de 125 pacientes con Covid-19 de esa provincia y de Buenos Aires a través de un tratamiento que permite frenar la inflamación respiratoria y controlarla para que no exceda ese plano.

El tratamiento ya estaba vigente y en aplicación a pacientes con fibrosis quística pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). “La parte más crítica de la afección comienza cuando el virus produce inflamación pulmonar y de las vías respiratorias. Puede ser leve (el paciente queda en casa o en observación), moderada (cuando se observa una neumonía y se necesitan antibióticos) o severo (cuando debe ser intubado y presenta alto riesgo de muerte). Lo que hace el tratamiento con Ibuprofeno es frenar la inflamación respiratoria para controlarla y que no se vaya más allá del aparato respiratorio precisamente”, explicó García.

Y agregó: “Consiste en nebulizar al paciente con una ampolla de 5 mililitros que contiene una solución de Ibuprofenato de sodio (un Ibuprofeno que se ha hecho hidrosoluble y que no se encuentra en las farmacias). Se trata de una solución altamente salina, que da propiedades de antibiótico, mucolíticas y antinflamatorias. Entonces, al respirar eso por medio de nebulizaciones, se deposita en el fondo del pulmón. Y tiene un efecto antinflamatorio, entre otras cosas”.

El investigador resaltó que este tratamiento puede ser solicitado por cualquier médico responsable y agregó que ya lo están implementado en el hospital El Carmen de nuestra provincia. “Para pacientes con Covid-19, el tratamiento está todavía en una fase experimental pero en etapa compasiva ampliada (es decir, con una importante cantidad de pacientes, así como autorización y controles permanentes). Lo ideal es usarlo tempranamente, porque una inflamación es fácilmente contenida en esas circunstancias. Mientras que, si entra tardíamente, es más complejo. Lo mismo que ocurre con cualquier patología”, destacó el referente.

Historia

Los orígenes de la solución de Ibuprofeno modificado con que se está abordando a los 125 pacientes mencionados -y a quienes se suman otros 300 en Jujuy- se remontan a dos años atrás. “La droga fue diseñada para pacientes con fibrosis quística pulmonar idiopática. Unos pacientes recibieron el tratamiento y empezaron a sentirse muy bien. También entre los primeros pacientes hubo un hombre de Mendoza, un vendedor de calzados que viajó a Córdoba para experimentarlo. Él tenía una camioneta con dos tanques de oxígeno que usaba para trabajar. Y desde que empezó el tratamiento, pasó de no poder separarse de los tanques a tener cuatro horas de autonomía, hace un año”, rememoró García.

Incluso, contó que hace dos semanas volvió a entrevistarse con el primer paciente con fibrosis quística pulmonar, quien lleva ya dos años de tratamiento. “Siempre estaba con la bigotera con oxígeno y en la última entrevista no requirió ni la mochila. Ya no necesita del uso constante de tanque de oxígeno”, ejemplificó.

En diciembre del año pasado, García y parte de su equipo estuvieron en el hospital Notti para diagramar un esquema de trabajo con niños con este cuadro, y también para realizar pruebas clínicas para demostrar su funcionamiento.

El uso en Covid-19

A raíz de los resultados en los primeros pacientes en que se comenzó a trabajar con el tratamiento en base a Ibuprofeno, entre enero y febrero los investigadores optaron por apuntar a la fase 1 de estas patologías pulmonares inflamatorias crónicas, caracterizadas por tener insuficiencias respiratorias.

“Cuando el Covid-19 llegó a Argentina, nos llevó a replantear la situación. Aunque el coronavirus y la fibrosis eran patologías respiratorias, por medio de investigaciones de laboratorios de Estados Unidos se encontró el nexo. Hay variada investigación de Ibuprofeno dado por vía inhalatoria, y donde la droga tiene un efecto mayor y un mayor poder antinflamatorio en comparación con la vía oral. Esto es porque cuando uno toma un remedio, pasa primero por el hígado y allí las drogas se desactivan. Pero al ingresar por los pulmones no ocurre eso”, detalló García.

Y reconstruyó: ”Teníamos la idea de que podía funcionar, y el Ministerio de Salud de Córdoba nos autorizó a usar el tratamiento compasivo ampliado. Es como una especie de comodín y comenzamos con cuatro pacientes. Se hizo con todas las de la ley y con el aval de los comités de ética”. El investigador resaltó además que desde el Gobierno de la provincia mediterránea se controla mensualmente la evolución y la seguridad de los pacientes.

“Primeros nos autorizaron a tratar 40 pacientes. Ya en julio nos autorizaron a hacer estudio en otra fase. Se dividió a un grupo al que se le suministró el Ibuprofeno más el tratamiento estándar para Covid-19; y a otro grupo al que se le dio placebo y el tratamiento estándar. Con esos experimentos se busca demostrar la eficacia de una droga”, agregó García, quien resaltó que los trabajos se están llevando adelante con la participación de la empresa privada Química Luar.

“Empezamos a trabajar en el Conicet, en el Ceprocor con el doctor Miguel Beltramo como investigador principal. Él es un químico que hizo los experimentos en tubos de ensayo, mientras que yo empecé a trabajar al principio en una rata. Y luego llevamos todo el tratamiento a un paciente. La primera práctica fue hace dos años, cuando ni se hablaba de Covid-19, y allí nos dimos cuenta del poder que tenía la droga”, acotó García.

El especialista comenzó su trabajo en enfermedades respiratorias en 2014 y son tres los profesionales que trabajan con él y que se sumaron al equipo de Beltramo con otros cuatro investigadores. “Mi primer paciente fue un médico de 84 años. Él se acercó a mí y me preguntó si no iba a hacer nada para él. Desde ese momento, comencé a trabajar en esto”, sintetizó.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA