El tortugo marino más famoso del continente, y que vivió 38 años en Mendoza, ya está en Brasil. En el acuario mendocino atacó a un tiburón nodriza y hasta se animó a predecir un partido del Mundial 2010.
El tortugo Jorge ya está en Porto Alegre: el día en que "mató" a un tiburón y cuando desafió al Pulpo Paul
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Mendoza Ciudad "Jorgito vivía en Mendoza, pero un día se marchó..." Claro que, a diferencia de Manuelita, todos saben el motivo por el cual el tortugo marino más famoso de Argentina(y quien vivió casi 40 años en cautiverio, 38 de ellos en Mendoza) se fue: porque recuperó la libertad. Otra diferencia con Manuelita es que Jorge no se fue a París, sino que nadó hasta las cálidas aguas brasileñas y, según los últimos reportes, ya llegó a Porto Alegre (Brasil).
El 11 de abril, el tortugo de la especie Caretta Caretta fue liberado aguas adentro en Mar del Plata y tras completar una ambientación de casi dos años en aquella ciudad balnearia. A poco más de un mes de su liberación, no solo que el tortugo Jorge llegó a su destino -se lo sigue por medio de un rastreador que lleva en su caparazón- sino que, además, mantiene expectantes a cientos de miles de personas. Entre ellas, a quienes lo vieron alguna vez durante los 38 años que pasó en el acuario de Mendoza y donde protagonizó cientos de episodios memorables.
A inicios de 1984, el tortugo Jorge fue rescatado en una playa cercana a la ciudad de Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires) por un grupo de pescadores que se encontraba en el lugar. Lo encontraron en la orilla, con todo su cuerpo entumecido por el frío y, además, con varias heridas.
Tras analizarlo, un grupo de especialistas determinó que sería imposible devolverlo en el acto al agua marina (su hábitat natural) teniendo en cuenta la baja temperatura del mar en ese sector de la costa argentina. La conclusión fue que el frío lo debilitaría aún más, derivando en una muerte segura. Por ello fue que se decidió su traslado al Acuario de Mendoza. Además, y en base a esos mismos estudios, se calculó que Jorge -tal y como fue bautizado al inicio de su cautiverio- tenía unos 20 años.
Los primeros años del tortugo Jorge en el Acuario de Mendoza fueron en un estanque - pecera por demás reducido. No solo ello sino que, además, compartió recinto con otra especie, un tiburón nodriza, un animal que, más allá de su nombre, es generalmente inofensivo, no se caracteriza por su agresividad ni tampoco representa ningún peligro para el hombre (aunque, si se lo provoca, puede atacar).
En 2005, y mientras ambos animales compartían ambiente en la reducida pecera, Jorge le dio un mordisco al tiburón nodriza. Y, a raíz de la herida que le produjo, el compañero del tortugo falleció. Todo esto derivó en la necesidad de ampliar el recinto de Jorge, algo que se concretó en 2006 y con la renovación del Acuario de Mendoza.
De hecho, hace 20 años -y luego del ataque-, los especialistas adjudicaron el episodio a un posible “estrés de hacinamiento", incluso resaltando que, debido a que tenía tan poco lugar, el tortugo ya estaba molesto con el tiburón. El escualo, de dimensión muy inferior a la del tortugo, recibía menor cantidad de alimento diario, ya que se alimentaba de los deshechos dejados por su compañero de hábitat, cuyo menú incluía carne y algas.
El 26 de octubre de 2022, ya con el Acuario de Mendoza cerrado al público -al menos, como acuario-, Jorge fue trasladado a Mar del Plata. Allí completó su adaptación y rehabilitación con miras a alcanzar la tan ansiada meta: regresar a su hábitat natural.
Poco más de doce años antes del mencionado traslado -y quince años antes de su reciente libertad-, Jorge volvió a ser noticia. Todavía en cautiverio y en Mendoza, al tortugo Jorge se le pidió que eligiera entre Argentina y Alemania con intenciones de predecir quien se impondría en el partido correspondiente a Cuartos de Final de la Copa del Mundo FIFA Sudáfrica 2010.
Por entonces, el pulpo Paul había tomado fama mundial. Y es que, en la previa de cada partido, a Paul se le "preguntaba" quien ganaría el encuentro, al tiempo que se colocaba en cada costado de la pecera las banderas de las selecciones que se enfrentaban. De esta manera, Paul nadaba hacia alguno de los costados, y esa era la selección que elegía.
En la previa del partido entre Argentina y Alemania, a Paul se le hizo la pregunta predictiva, y el pulpo nadó hacia el lado de la bandera alemana. En Mendoza, al tortugo Jorge se le preguntó lo mismo -con las banderas de Argentina y Alemania pegadas a cada lado de la pecera-, y Jorge nadó hacia el lado de Argentina.
Si bien en la predicción hubo empate, el olfato de Paul fue el acertado. Y es que la selección europea goleó por 4 a 0 a Argentina, dejándola eliminada de aquel mundial.
