Lo cierto es que el dato, del que se desprenden diversos aspectos, tienen en principio dos más relevantes: por un lado, el aumento en sí, pero por otro, que se haya roto una tendencia al descenso que, con altibajos, mostraba una curva descendente desde 1990, cuando el indicador era de 21,2 por cada 1000 nacidos vivos. Luego se han presentado oscilaciones que son esperables pero dentro de una tendencia decididamente a la baja.
Con pocas precisiones, anuncian una baja en la mortalidad infantil
El Gobierno de Mendoza anunció un aumento de la mortalidad infantil
Incluso, en el último tiempo, cada vez que el gobierno dio a conocer el informe al respecto se ha hablado de un “registro histórico” por lo bajo de la marca. Suelen hacerse conferencias de prensa de funcionarios para anunciarlo, lo cual no sucedió esta vez. Incluso, el año pasado el mismísimo gobernador Alfredo Cornejo lo destacó en la apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura ya que había descendido más de 1 punto.
De todas formas, hay que decirlo, Mendoza se mantiene desde hace años por debajo del promedio nacional en este indicador, algo que suelen destacar las autoridades locales.
Una tasa fluctuante pero a la baja
La mortalidad infantil hace referencia a las defunciones ocurridas en niños menores de un año, aunque la mayoría ocurre en el periodo posterior a los 28 días luego del parto.
Según datos de la Dirección de Maternidad e Infancia, el número de defunciones infantiles en Mendoza fue de 223 en el 2019, 176 en el 2020, 159 en el 2021, 143 en el 2022, 111 en el 2023 y 139 en el 2024.
La tendencia se ha mantenido a la baja desde los 90 pero se aprecia que se ha ralentizado los últimos años. Después de aquella tasa de 1990, de 21,2 por cada 1000 nacidos vivos, las dos décadas posteriores la baja fue de un impactante 50% para llegar a 11,4 por mil en 2010.
Por aquellos años hubo fluctuaciones como el 15,5 de 1998 que pasó a 16,5 en 1999 y la tasa de 11 en 2003 que aumentó a 13,3 en 2004. Otro repunte se presentó cuando pasó de 9,9 en 2009 a 11,4 en 2010. El último había sido entre 2013 y 2014 cuando pasó de 8,3 a 9,7. El resto, siempre en descenso.
Más cerca, había pasado de 8 en 2018, a 8,1 en 2019 y a 7,5 en 2020. Desde allí el descenso sostenido hasta ahora: 6,9 en 2021; 6,6 en 2022 y 5,5 en 2023.
Causas de muerte
Desde el Ministerio de Salud de la provincia destacaron el impacto de las condiciones socioeconómicas de la población y en particular de la pobreza en el incremento de la mortalidad infantil después de tantos años de descenso.
En ese marco señaló una variación significativa en las causas perinatales de este desenlace. Los fallecimientos de bebés atribuidos a estas pasaron de 59 en 2023 a 81 en 2024.
Entre ellas, salud destacó que hay dos con mayor impacto. Por un lado, “Feto y recién nacido afectado por condiciones de la madre no necesariamente relacionadas con el embarazo presente”, que pasó de 6 a 17 casos, casi el triple. Además, “Feto y recién nacido afectado por complicaciones de la placenta, del cordón umbilical y de las membranas”, que pasó de 3 a 13 casos, el cuádruple.
Mitad de embarazos son no deseados
Durante 2024, fallecieron 139 bebés antes del primer año de vida en Mendoza
Otra de las causas a las que se han vinculado los desenlaces son las malformaciones incompatibles con la vida que representaron 32% y se presentaron en 44 pacientes. El área señaló que se trata de un comportamiento similar al año anterior.
Natalia Courtis, Directora de Maternidad e Infancia resaltó que el repunte se debe fundamentalmente a causas perinatales, lo que incluye las últimas semanas de gestación y la primera semana de vida del bebé. La primera de las causas señaladas como de mayor impacto, que no están relacionadas necesariamente con el embarazo presente, “hace referencia a pacientes con patologías crónicas a las que se le agrega el embarazo, a patologías de consumo de tabaco, alcohol o drogas”, explicó. En cuanto a la segunda, pueden estar asociadas a una hipertensión inducida por el embarazo o una diabetes gestacional, detalló la funcionaria.
“Las variables que influyen son diversas, las condiciones socioeconómicas que llevan a un aumento del estrés, angustia, problemas familiares, consumo, lo cual afecta directamente a una mujer embarazada como a la población general”, analizó Courtis.
Impacto de la pobreza en la mortalidad infantil
Desde el Ministerio de Salud de la provincia vincularon este deterioro con el de las condiciones socioeconómicas y el impacto de la pobreza en la población. Para sustentarlo, el área enumeró en un informe diversa bibliografía y trabajos científicos que hacen referencia a esta correlación y mostró los datos estadísticos que revelan un aumento del indicador cuando ha habido crisis socioeconómicas en el país. Entre los trabajos mencionados se refiere incluso a uno que muestra el impacto en países de ingresos medios y otro que destaca la importancia de la inversión estatal como mecanismo protector.
En ese marco, el Gobierno de Mendoza trajo a colación la taza de pobreza y remarcó la importancia de sostener las estrategias públicas orientadas a la prevención, justamente en un contexto en el que el gobierno nacional apunta al recorte.
“Durante 2023 y el primer semestre de 2024, Argentina incrementó 15 puntos porcentuales la pobreza, llegando a niveles del 50%. La mayor parte de sus indicadores sociales mostraron marcados deterioros. Estas crisis incrementan la angustia, la ansiedad, el estrés y las tasas de consumos problemáticos, factores de riesgo para las condiciones de salud”, analizó Salud.
Luego apuntó un gráfico con la tasa de mortalidad infantil de los últimos 33 años en Mendoza y señaló: “Puede verse claramente que, luego de crisis económicas como la hiperinflación de fines de los 80 y principios de los 90, la crisis de mediados de los 90, la salida de la convertibilidad del 2002-2003 o la crisis del 2008-2009, se generan incrementos en la tasa de mortalidad infantil”.
Pese a que podría suponerse que, que por determinados condicionantes, el impacto podría ser mayor en la salud pública, los datos muestran que también ha sentido el revés el sector privado e incluso en una proporción notoriamente mayor: allí el aumento de la proporción de defunciones fue 5 veces superior al del primero.
Salud informó que en el sector público hubo un incremento de 13% y se pasó de 84 a 95 defunciones infantiles. Se trata del sector que hace el mayor número de partos: 59% y que en 2024 hizo 10.921. En tanto, en el sector privado el aumento de la mortalidad infantil fue de 64%, y pasó de 25 a 41 defunciones. Allí llega 41% de los partos de Mendoza y realizó 7.621 el año pasado.
La mortalidad infantil bajó a la mitad en Mendoza en 20 años
Aunque aumentó, Mendoza se mantiene desde hace años por debajo del promedio nacional en la tasa de mortalidad infantil
Puede inferirse que el deterioro de las condiciones socioeconómicas y del poder adquisitivo puede haber interferido en el acceso a la atención de la salud de las personas gestantes en tiempo y forma. Es que se sabe que los controles preventivos durante la gestación son un factor crucial y de hecho, una de las estrategias que se ha buscado fortalecer los últimos años como coadyuvante de la mejora en la tasa de mortalidad infantil y materna.
En ese sentido, puede haber influido un descenso en la cobertura de obras sociales y la necesidad del pago de coseguro que se ha incrementado los últimos meses, lo que puede haber afectado la calidad y frecuencia de los controles. Para Courtis eso en parte ha contribuido: “El tema del coseguro influye porque la paciente retrasa sus estudios o la consulta”, aceptó. Pero dijo que el análisis profundo del aumento en el sector privado no está concluido aún y se están evaluando todas las variables involucradas.
Por lo pronto, el gobierno apunta a sostener estrategias. “Este incremento en la mortalidad infantil debe obligarnos a duplicar esfuerzos, a construir mejores políticas para el porvenir. Cuidar a las mamás y a los bebés debe ser un objetivo prioritario de todos como comunidad. Es una responsabilidad del Estado, pero también de todos los ciudadanos”, remarcó Salud en el informe que publicó.