La heladera es clave en el hogar: conserva alimentos, pero su rendimiento y durabilidad dependen del mantenimiento y la limpieza regular que reciba.
Heladera
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Web.Realizar una limpieza periódica de la heladera es clave para evitar la acumulación de bacterias, malos olores y para extender su vida útil. Aunque a veces se percibe como una tarea tediosa, existen métodos simples que permiten hacerlo de forma efectiva y sin complicaciones.
El primer paso es preparar un espacio limpio y amplio donde se puedan colocar provisoriamente los alimentos mientras se realiza la limpieza. Luego, se recomienda retirar todas las partes desmontables del interior, como bandejas, estantes o cajones, y lavarlas por separado con agua tibia y detergente.
Para higienizar el interior, lo ideal es usar un paño húmedo con agua y jabón, prestando especial atención a rincones difíciles. Una alternativa natural y muy eficaz para desinfectar es el vinagre blanco, que no deja residuos tóxicos y ayuda a eliminar grasa y olores persistentes.
No hay que olvidar limpiar también la puerta, tanto por fuera como los burletes de goma que garantizan un cierre hermético. Una vez terminada la limpieza, se deben volver a colocar los estantes y reorganizar los alimentos, priorizando los de mayor uso al frente.
La frecuencia depende del tipo de alimentos que se almacenen. Si se conservan carnes, lácteos o productos perecederos, lo ideal es limpiar la heladera semanalmente. En casos de frutas y verduras, cada dos semanas. Para productos menos sensibles, una vez al mes puede ser suficiente.
Evitar abrir la puerta innecesariamente, no sobrecargar el interior y mantener ventilado el espacio trasero son prácticas recomendadas. También es importante no introducir comida caliente y controlar el estado de los burletes.
Según fabricantes, la vida útil de una heladera ronda entre 10 y 15 años, aunque puede extenderse si se realiza un mantenimiento adecuado y se siguen estos cuidados simples.