22 de mayo de 2025 - 12:30

La persona viva más longeva del mundo, de 115 años, comparte la única regla que la ayudó a vivir tanto tiempo

Una mujer de 115 años reveló su único secreto para vivir tanto: un consejo simple que puede mejorar la salud mental y emocional de los ancianos.

En un mundo donde la ansiedad y el ruido son moneda corriente, una mujer rompió todos los pronósticos y vivió 115 años. Su historia no solo llama la atención, sino que deja una enseñanza valiosa: un consejo muy simple que podría cambiar la salud emocional de los ancianos.

Una vida sin discusiones: el secreto que puede ayudar a los abuelos a cuidar su salud

Ethel Caterham nació en 1909, cuando todavía no había empezado la Primera Guerra Mundial. Hoy, con 115 años, se convirtió en la persona viva más longeva del planeta. ¿Su secreto? Muy simple: nunca discutir con nadie.

"Escucho y hago lo que me gusta", dijo Ethel, que vive en una residencia en el Reino Unido. Esa frase, que parece una pavada, esconde un dato clave: el conflicto emocional constante puede dañar tu cuerpo más de lo que imaginás.

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En cuanto a una vida sana, evitar el estrés y los enojos innecesarios puede ser más saludable que cualquier dieta.

Lo que dice la ciencia sobre discutir menos y vivir más

La idea de Ethel no es solo una filosofía personal: hay estudios que confirman que las emociones negativas sostenidas están relacionadas con enfermedades cardíacas, inflamación y hasta deterioro cognitivo.

"No vivir a las puteadas", como decimos en Argentina, te puede sumar años. Mantener la calma y no engancharse en quilombos emocionales reduce el desgaste del cuerpo.

Y acá entra algo clave: la salud mental en la vejez es tan importante como lo físico. Si tus abuelos están rodeados de conflictos o tensión, su bienestar puede verse muy afectado.

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Fuente: Hallmark Luxury Care Homes

Fuente: Hallmark Luxury Care Homes

Vivir sin pelear: un mensaje para todos

Ethel también viajó por el mundo. Vivió en India, Hong Kong y Gibraltar, pero nunca perdió su paz interior. Crió a sus hijas, perdió a su marido y siguió adelante con una serenidad que llama la atención. Esa tranquilidad, según muchos expertos, es lo que le permitió llegar tan lejos.

Cuando le preguntaron qué la ayudó a vivir tanto, no habló de remedios ni de gimnasia. Solo dijo que no vale la pena discutir por todo.

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