19 de julio de 2025 - 18:05

Descubrí por qué tu perro le ladra a solo algunas personas y a otras no

Los perros no ladran a todas las personas por igual. Su reacción depende de su percepción sensorial, emocional y de su socialización previa.

Los perros ladran a ciertas personas cuando perciben diferencias en su lenguaje corporal, tono de voz, comportamiento e incluso olor. Estas señales pueden generarles miedo, incomodidad o curiosidad, lo que provoca su reacción. Su percepción emocional y sensorial está muy desarrollada, y responden según cómo interpretan el entorno.

La razón por la que algunos perros ladran más a ciertas personas que a otras tiene que ver con una compleja interacción de factores emocionales y etólogos. Los ladridos no siempre son sinónimo de agresividad; en muchos casos, reflejan el miedo o la necesidad de proteger su "espacio seguro". Los perros son animales sensibles que captan no solo lo visible, sino también lo que sienten las personas a su alrededor, como el miedo a la ansiedad.

La socialización desde cachorros es esencial. Aquellos perros que han crecido en ambientes con poca diversidad de estímulos tienden a ser más ansiosos frente a lo desconocido. El tono de voz, la postura o incluso la rapidez con que una persona se acerca pueden ser factores que desencadenen una respuesta del animal. Según el profesor Juan Enrique Romero, los perros son expertos en percibir el miedo, y no es es raro que ladren para advertir a quien perciben como una amenaza.

Perro
Los perros son capaces de detectar el miedo en las personas y pueden responder con ladridos como advertencia o señal de alerta.

Los perros son capaces de detectar el miedo en las personas y pueden responder con ladridos como advertencia o señal de alerta.

La percepción en los perros

Los perros también son animales territoriales. La llegada de personas desconocidas puede ser vista como un desafío a su espacio, lo que motiva la alerta y la acción. En estos casos, el ladrido tiene una función disuasiva más que agresiva. Sin embargo, no todos los ladridos tienen causas externas; algunos perros, especialmente aquellos con traumas o fobias, pueden reaccionar de forma exagerada debido a trastornos de ansiedad.

Para corregir este comportamiento, los especialistas recomiendan un enfoque suave y controlado: proporcionar una rutina constante, evitar reforzar el ladrido de manera involuntaria y ofrecer refuerzos positivos cuando el perro se comporta de manera tranquila. Además, es fundamental evitar que los visitantes se acerquen de forma brusca o invadan el espacio del animal.

Al final, es importante recordar que el ladrido no es simplemente una manifestación de desobediencia, sino una señal emocional compleja que refleja cómo un perro percibe el mundo que lo rodea. Abordarlo con comprensión y paciencia es el primer paso para fortalecer el vínculo entre el animal y sus tutores.

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