Las tartas no pueden faltar en el menú de la semana, sobre todo si querés hacer un plato completo, rico y rendidor que sirve para toda la familia. Con una misma masa, podés probar cuatro rellenos de tarta diferentes que seguramente todos van a amar.
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Las tartas no pueden faltar en el menú de la semana, sobre todo si querés hacer un plato completo, rico y rendidor que sirve para toda la familia. Con una misma masa, podés probar cuatro rellenos de tarta diferentes que seguramente todos van a amar.
Podés aprovechar las reuniones con amigos o familia para hacer algunas recetas en cantidad y tener en la heladera o en el freezer para calentar y comer cuando estemos muy apurados con la rutina durante el resto de los días de la semana. Con un único esfuerzo, después lo vas a agradecer y se te va a simplificar todo.
- 1 masa de tarta cada dos comensales.
- 100 gr de jamón.
- 100 gr de queso en cubos.
- 1 o 2 cebollas.
- 2 huevos revueltos.
- Condimentos a gusto.
- Queso rallado (opcional).
1- Lavar y pelar muy bien la cebolla, y cortarla en láminas.
2- Saltear las láminas de cebollas con un chorrito de aceite hasta que se caramelice y agregar sal, pimienta y los condimentos que querés.
3- Romper los huevos en un bol y batir muy bien. Ponelos a cocinar en una sartén a fuego mínimo, revolviendo constantemente hasta que se cocinen del todo y queden revueltos.
4- Para el armado, colocá la tapa de tarta a la que le vas a hacer un corte por la mitad y solamente hasta la mitad del círculo, de modo que te quede como en cuartos.
5- En uno de los cuartos vas a colocar jamón, en el otro queso, en el tercero la cebolla caramelizada y en el último el huevo. Cerrá uno sobre otro y uní bien todos los bordes.
6- Llevá al horno con queso rallado por encima y espera a que este dorada. También la podés congelar cruda y luego cocinar.