Con una textura suave, un sabor delicioso y sin necesidad de harina, este budín de espinaca y pollo es una de esas recetas prácticas, saludables y perfectas.
Si buscás una opción liviana, rica en proteínas y muy fácil de preparar, este budín de espinaca y pollo sin harina se convertirá en tu receta favorita. Es ideal para resolver un almuerzo o una cena en pocos minutos, con ingredientes simples y un resultado sabroso y nutritivo.
Además, se puede comer caliente o frío, y combina perfectamente con una ensalada o puré.
2 pechugas de pollo cocidas y desmenuzadas
2 tazas de espinaca cocida y bien escurrida
3 huevos
1 cebolla pequeña picada
1 diente de ajo picado
1/2 taza de queso rallado (puede ser light o vegetal)
1/2 taza de queso crema o ricota
Sal, pimienta y nuez moscada a gusto
Un chorrito de aceite de oliva
Saltear las verduras: en una sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogá la cebolla y el ajo hasta que estén transparentes. Agregá la espinaca cocida, picada y bien escurrida. Cociná un par de minutos para que se integren los sabores.
Incorporar el pollo: añadí el pollo desmenuzado y mezclá bien. Retirá del fuego y dejá entibiar.
Preparar la mezcla: en un bol aparte, batí los huevos con el queso crema y el queso rallado. Condimentá con sal, pimienta y nuez moscada.
Unir todo: combiná la mezcla de pollo y espinaca con la preparación de huevos y quesos. Mezclá hasta que quede uniforme.
Cocinar: volcá la mezcla en un molde para budín previamente engrasado o con papel manteca. Llevá al horno medio (180 °C) durante 35 a 40 minutos, hasta que esté firme y ligeramente dorado en la superficie.
Si querés hacerlo más liviano, reemplazá el queso crema por yogur natural sin azúcar.
Podés sumar zanahoria rallada o morrón picado para darle más color y textura.
Este budín también se puede cocinar en porciones individuales, tipo muffins, para llevar al trabajo o al gimnasio.