25 de abril de 2025 - 17:48

5 maneras de reciclar el cepillo de dientes que ya no usas

Reciclar objetos como los cepillos de dientes no solo es práctico, sino también una forma sencilla de ahorrar y contribuir al cuidado del medio ambiente.

El cepillo de dientes, cumple una función crucial en la higiene personal. Un instrumento indispensable para prevenir enfermedades bucales. Una vez cumplido su propósito original, un cepillo se puede reciclar y convertirse en una herramienta útil para muchas tareas domésticas.

Las opciones para reciclar el cepillo de dientes

Una de las opciones más prácticas es usarlo como cepillo de limpieza. Gracias a su tamaño, permite alcanzar rincones difíciles: juntas de azulejos, rieles de ventanas, teclados electrónicos, bisutería o incluso la cadena de una bicicleta.

También resulta ideal para limpiar electrodomésticos, como cafeteras o licuadoras, donde el polvo o los residuos se acumulan con facilidad. Eso sí, es clave dedicar un cepillo por tarea para evitar la contaminación cruzada, sobre todo si se va a usar en superficies con alta presencia de bacterias, como baños o cocinas.

Cómo reciclar los cepillos de dientes
Cómo reciclar los cepillos de dientes.

Cómo reciclar los cepillos de dientes.

Trucos para la belleza

En el ámbito de la belleza, los cepillos viejos pueden servir para estilizar el cabello, sobre todo los baby hairs de la frente y las patillas. Su uso junto con gomina es un truco conocido entre muchas chicas. Además, sus cerdas permiten una limpieza profunda de las uñas. Si vas a usarlo en el cuerpo, separalo de los que usás para limpiar.

Técnicas de reciclaje

También son útiles para actividades creativas, que además suman al cuidado del medio ambiente. En manualidades, los cepillos permiten hacer texturas en trabajos de pintura, salpicaduras decorativas o incluso pulseras de plástico. Para esto último, basta con hervir los mangos sin cerdas, ablandarlos y moldearlos hasta conseguir formas redondeadas, que se pueden personalizar con esmalte o pintura.

Otra idea original consiste en fabricar un toallero casero con tres cepillos sin cerdas, forrados con lana de colores y unidos con un cordel. También podés cortar el cabezal, hervir los mangos y doblarlos en forma de gancho para colgar utensilios o ropa, lo que reduce el consumo de plástico.

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