El presidente Javier Milei vetó los tres proyectos de ley aprobados por el Congreso en las últimas semanas que preveían mejoras en las jubilaciones, la reinstauración de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. La decisión generó polémica, pero fue defendida por el Gobierno Nacional con un argumento central: “No hay plata”.
A través de un comunicado oficial difundido por la Oficina del Presidente, el Ejecutivo calificó como “irresponsables” las iniciativas votadas en el Parlamento, por no especificar fuentes de financiamiento y por atentar —según el Gobierno— contra el equilibrio fiscal y el mandato popular de “erradicar la inflación”.
“Los proyectos aprobados implicarían un gasto adicional para el Estado Nacional de más de 7 billones de pesos este año, y cerca de 17 billones de pesos en 2026”, detallaron.
“Esto equivale a aumentar el gasto público en un 0,9% del PBI este año y un 1,68% del PBI el próximo”, agregaron.
El Gobierno acusó al Congreso de impulsar estas medidas en un contexto electoral con fines proselitistas, “disfrazando causas nobles para romper el orden macroeconómico que —según afirman— el país comenzó a recuperar tras años de crisis fiscal.
En un tono confrontativo, desde la Casa Rosada señalaron que la “misma clase política que multiplicó la inflación y la pobreza durante sus gestiones, ahora pretende retroceder en los avances logrados en materia inflacionaria”.
Además, alertaron que esta semana el Congreso tratará nuevos proyectos similares, y apelaron a que parte del arco político respalde la decisión del oficialismo:
“Esta administración confía en que algunos sectores comprendan la relevancia histórica de este momento y apoyen el rumbo que busca romper con una tendencia de más de 100 años que ha sumido a millones en la pobreza”.
El comunicado finalizó con una frase ya característica del discurso presidencial:
“No hay plata, y la única forma de hacer grande a la Argentina nuevamente es con esfuerzo y honestidad, no con las recetas populistas de siempre”.
La decisión de vetar estas leyes promete encender nuevamente el debate legislativo y social, en un contexto económico delicado y con una sociedad profundamente dividida en torno al rumbo del país.
El detalle de las leyes vetadas
Jubilaciones: proponía un aumento de emergencia del 7,2%, creaba un bono permanente de $110.000 (actualizable) y establecía transferencias a las cajas previsionales provinciales no transferidas.
Moratoria: reinstalaba por dos años el Plan de Pago de Deuda Previsional, permitiendo el acceso a la jubilación sin los 30 años de aportes efectivos, y flexibilizaba las condiciones para acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
Discapacidad: declaraba la emergencia nacional en la materia hasta 2026, creaba una nueva Pensión No Contributiva por Discapacidad y establecía una compensación económica de emergencia para los prestadores del sistema, entre otras medidas.
Tras el veto, la discusión volverá ahora al Congreso, donde la oposición necesitará una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras para poder insistir y convertir en ley los proyectos rechazados por el Presidente.