El empresario mendocino e integrante del comité ejecutivo de la UIA reclamó por un mayor federalismo con más apertura hacia las regiones y mejor aprovechamiento del corredor bioceánico.
Mauricio Badaloni
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Mauricio Badaloni, integrante del comité ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), demanda un federalismo más activo dentro de la entidad y, fundamentalmente, que el gobierno nacional y la Cancillería presten atención a las realidades y desafíos de las economías regionales. Así lo afirmó en diálogo con Aconcagua Radio donde compartió si visión sobre el futuro de la UIA bajo la nueva presidencia y los problemas estructurales que lastran la competitividad de las provincias.
Badaloni expresó su esperanza con la llegada de Martín Rappallini a la presidencia de la UIA, describiéndolo como una persona "más de acción que sale al interior". Esta nueva etapa, según él, refuerza el anhelo de federalismo que la regional de Cuyo ha estado impulsando. "Siempre uno anhela el federalismo y, por supuesto, más que pedirlo a nosotros lo estamos provocando", afirmó.
También destacó que la demanda de la región ha tenido "un impacto cada vez más positivo dentro de la UIA".
Uno de los puntos más críticos para la industria en Cuyo (que Badaloni considera una región unificada junto a San Juan y San Luis) es la enorme distancia a los centros logísticos y puertos. "Estamos buscando defenderla de esos 1000 km que nos separan con con Buenos Aires, con los puertos y que hacen tan difícil para la industria de nuestra poder crecer", explicó y señaló que esto es "la gran asimetría que se genera en la Argentina".
La infraestructura vial y los pasos fronterizos son parte fundamental de esta problemática. A pesar de contar con el corredor bioceánico, su aprovechamiento es limitado, según Badaloni. "Cuando nos podíamos aprovechar el cien por cien de nuestro corredor bioceánico, un camión está dos días para poder pasar, no fluye el tránsito y no hay buenos acuerdos con Chile para para que eso fluya", lamentó. Enfatizó además la necesidad de "redundancia" en los pasos fronterizos, como el Paso Pehuenche, ante las limitaciones del Cristo Redentor. La solución pasa por que "el gobierno nacional escuche y también porque no cancillería. Este se sume a a eso y empezar definitivamente un camino con Chile, un país hermano que podríamos. Muy bien aprovecharnos de todo lo que la salida al Pacífico". La falta de inversión en obra pública complica aún más el panorama vial.
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