El pequeño Isaiah Haastrup, de un año de edad, murió en Gran Bretaña tras una batalla legal entre médicos y progenitores sobre el derecho a desconectarlo
El pequeño Isaiah Haastrup, de un año de edad, murió en Gran Bretaña tras una batalla legal entre médicos y progenitores sobre el derecho a desconectarlo
El anuncio fue realizado por el padre y la madre, tras la interrupción de la asistencia de la maquinaria que mantenía con vida al niño en el King's College Hospital de Londres.
En enero la Alta Corte británica se había pronunciado por el final de los tratamientos contra la voluntad de los padres, Takesha Thomas y Lanre Haastrup. Finalmente, esta semana la Corte Europea de Derechos Humanos rechazó también su último recurso
Isaiah, víctima de un "catastrófico daño cerebral" causado por la falta de oxígeno al nacer, había mantenido un resto de conciencia, pero para los médicos ya no había esperanza de mejora
El padre se dijo hoy "orgulloso" de su "valiente niño". Por su parte el King's College reiteró que garantizó al niño "el mejor tratamiento" disponible y rindió homenaje al sufrimiento de la familia
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