¿Es hora de pasar de WhatsApp a Telegram? Cinco razones para animarse al cambio

La nueva política de privacidad de la popular app de mensajería genera polémica y malestar porque nos condiciona a dar nuestros datos personales a Facebook para seguir usándola. Muchos ya buscan una alternativa y la mejor existe desde hace años.

Privacidad. Al aceptar las nuevas políticas de privacidad los datos pasarán a Facebook.
Privacidad. Al aceptar las nuevas políticas de privacidad los datos pasarán a Facebook.

“Acepta nuestras condiciones o vete”. Esa es, en pocas palabras, la nueva política de privacidad de WhatsApp y la parte más polémica es donde avisa que compartirá nuestros datos personales con Facebook para mejorar las ofertas y anuncios que recibiremos. Este cambio, además, no es opcional. El usuario que no lo acepte no podrá usar WhatsApp y eso lleva a más de uno a explorar al mejor competidor del mercado: Telegram.

Qué es Telegram

Es un servicio de mensajería online que nació en 2013 y aunque fue creado por dos hermanos rusos, la herramienta no tiene relación con ese país.

Su nombre surge cada vez que los usuarios de WhatsApp se sienten decepcionados y amenazan con abandonarlo, que es exactamente lo que está pasando ahora con este nuevo cambio en su privacidad. Sin embargo, los usuarios que abandonan WhatsApp para irse a Telegram son muy pocos. La mayoría trata de convivir con ambas aplicaciones y solo una pequeña porción se queda en Telegram.

WhatsApp se pone más exigente con sus usuarios y Telegram aparece como la mejor opción para cambiar.
WhatsApp se pone más exigente con sus usuarios y Telegram aparece como la mejor opción para cambiar.

Los números son reveladores: mientras que WhatsApp tiene alrededor de 2.000 millones de usuarios, Telegram apenas supera los 400 millones en todo el mundo.

Esta diferencia abismal hace que Telegram no sea una amenaza al reinado de WhatsApp en el corto plazo. La app junto a sus hermanos Facebook e Instagram - todos propiedad de Mark Zuckerberg- tienen casi el monopolio de las redes sociales globales.

Razones para hacer un cambio

Quizá al leer esto muchos ya hayan instalado y desinstalado la app de Telegram porque a pesar de sus muchas ventajas tiene un enorme defecto: ninguno de nuestros contactos está allí.

El objetivo ahora es superar esa barrera y darle una oportunidad al servicio para poder “evangelizar” a amigos, familiares y conocidos. Por eso vamos a dar cinco razones para conocerla mejor.

  1. Simplicidad y organización: Telegram es muy fácil de utilizar y, sobre todo, está bien organizada. Separa claramente los contactos de los grupos y de los canales a los que nos hayamos suscripto. Además permite personalizar los grupos o los contactos para darle prioridad a los mensajes que enviamos o recibimos por allí. También da la opción de limitar el almacenamiento de lo que elegimos descargar además de mostrarnos lo que más espacio ocupa. En sus funciones básicas es igual a WhatsApp: mensajes, videollamadas, stickers, gifs, videos, fotos, etc.
  2. Multiplataforma e independencia: En este aspecto es donde están las mayores diferencias con WhatsApp. Telegram tiene su propia aplicación para smartphones, para PC y para tablets y ninguna de estas es un simple espejo de la app del celular. El servicio funciona de forma integrada en todas las plataformas pero independientes entre sí. Esto significa que Telegram seguirá funcionando, por ejemplo, en la PC aunque el teléfono esté apagado o sin señal. De esta forma podemos pasar de un dispositivo a otro sin necesidad de hacer nada extra y, de paso, descansar un poco del teléfono.
  3. Privacidad y autodestrucción. El anuncio de que WhatsApp tendría mensajes que desaparecen parecía ser que por fin iba a emular una de las mejores funciones de Telegram. Sin embargo no sucedió y el contenido solo se va para no ocupar espacio. Lo que muchos esperaban era que la privacidad fuera una prioridad como en Telegram donde los chats secretos pueden ofrecer rangos cortos de tiempo para la visualización y posterior autodestrucción. Además para evitar filtraciones delata la capturas de pantalla y una vez enviado solo permite verlos en el dispositivo desde el que se envió y no en las demás plataformas.
  4. Grupos y canales: Este otro buen ejemplo de cómo administrar grandes cantidades de usuarios sin ser una molestia. Los grupos pueden tener hasta 200.000 usuarios pero son fáciles de administrar. Además pueden ser privados o públicos y ofrecen múltiples funciones como suspender la actividad temporalmente, silenciar a un usuario o agregar encuestas. Incluso para los fans de los audios ofrece armar grupos para enviar solo mensajes de voz y para los que no les gustan ofrece acelerar la velocidad para no perder tiempo escuchándolos. Los canales, en cambio, son espacios de difusión de contenidos y su capacidad para sumar usuarios es ilimitada. Los hay desde noticias hasta películas, ofertas o viajes y por defecto vienen silenciados.
  5. Actualización y servicios: la app constantemente suma servicios y muchos de ellos aún no existen en WhatsApp. Permite tener un nombre de usuario para poder pasarlo a quien queramos sin necesidad de dar nuestro número de teléfono. También Telegram permite que los desarrolladores sumen funciones, especialmente con bots, que son programas que se encargan de responder automáticamente a distintos requerimientos o necesidades del usuario. Se integra con otras aplicaciones y hasta permite pagos. También permite guardar elementos en su propia nube para no tener que descargar el contenido. También tiene otras dos grandes ventajas: permite editar un mensaje y si uno borra un mensaje enviado por error no pone un cartel diciendo que el contenido ha sido eliminado.

En menos de un mes podés quedarte sin WhatsApp

La novedad de que WhatsApp actualiza los términos y condiciones de su servicio ha generado revuelo porque le avisa al usuario que al aceptar esas nuevas políticas de privacidad sus datos pasarán a Facebook. ¿Qué datos compartirá? Puede incluir el número de teléfono, operadora de telefonía, actividad dentro de la app como la frecuencia del uso, los ajustes y la interacción con otros usuarios. También la ubicación y el modelo de teléfono.

Todo esos datos podrán pasar a Facebook y WhatsApp explica en su Política de Privacidad para el objetivo de la recopilación: “Ambas partes podemos usar la información que recibimos para operar, proporcionar, mejorar, entender, personalizar, respaldar y promocionar nuestros servicios y sus ofertas, incluidos los productos de las empresas de Facebook”.

Los cambios entran en vigencia el 8 de febrero y a los usuarios les ha comenzado a llegar la notificación con las nuevas condiciones de uso.

Aunque el contrato es explícito no es opcional y lo único optativo es aceptarlo o abandonar la app. Lo más probable es que la mayoría continúe sin cuestionamientos o sin tener claro qué datos se podrán utilizar. En cambio, los que no estén de acuerdo, en menos de un mes deberán probar otras alternativas para seguir enviando mensajes.

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