El nuevo papa León XIV, elegido por el cónclave en el Vaticano, sorprendió al mundo con su nombre. Este pontífice, que sucede a Francisco y lidera hoy la Iglesia Católica, es Robert Francis Prevost, un estadounidense con fuerte vínculo latinoamericano.
La elección del nombre “León” tiene un peso histórico enorme y marca un camino cargado de simbolismo.
El peso histórico del nombre León XIV en la Iglesia Católica
Para entender por qué Prevost eligió llamarse León XIV, hay que mirar hacia atrás. Este nombre ya fue usado por varios papas, pero el más emblemático fue León I, también conocido como San León Magno.
Este papa, en el siglo V, fue clave para defender la doctrina católica frente a las herejías y hasta enfrentó a Atila el Huno. Eligió el diálogo antes que la guerra y logró algo impensado: que se retirara sin atacar Roma.
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En palabras de la historia, León I fue “uno de los primeros Doctores de la Iglesia” y un verdadero pilar cuando el cristianismo tambaleaba. Al optar por este nombre, León XIV no solo rinde homenaje a esa fortaleza, sino que también da un mensaje claro: su papado buscará liderazgo fuerte en un mundo en crisis.
Por otro lado, la elección del número XIV continúa la línea de León XIII, un papa muy recordado por su encíclica Rerum Novarum, que puso sobre la mesa los derechos de los trabajadores. Una pista de que Prevost podría querer meterse de lleno en temas sociales.
Un guiño a Francisco y a la espiritualidad franciscana
Acá hay otro detalle que no se puede pasar por alto. Muchos analistas ven en “León” un homenaje también a fray León, uno de los grandes compañeros de San Francisco de Asís.
Este fraile fue testigo y amigo íntimo de Francisco, un hombre humilde y de fe profunda, valores que también marcaron el pontificado de Bergoglio.
Las primeras palabras de León XIV, el nuevo Papa
Las primeras palabras de León XIV, el nuevo Papa
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El propio papa León XIV tuvo una relación muy cercana con Francisco, lo que da para pensar que eligió ese nombre como una forma de continuar con ese legado de cercanía y sencillez en la Iglesia Católica.
Como fray León, que fue descrito como un hombre de “pureza y sencillez”, tal vez el nuevo papa quiera imprimirle esa misma impronta a su tiempo en el Vaticano.
¿Por qué los papas cambian de nombre?
Este es un ritual que tiene siglos. Cuando un cardenal es elegido papa, deja atrás su nombre de nacimiento para asumir uno nuevo, algo que marca el inicio de una misión totalmente nueva. Es como un antes y un después.
En la Biblia, Dios cambia el nombre de algunos elegidos, como Simón a Pedro o Saulo a Pablo, y la Iglesia siguió esa tradición.
Además, al elegir el nombre de un papa anterior, el nuevo pontífice deja en claro a quién quiere parecerse o qué mensaje desea transmitir. En el caso de León XIV, hay un mensaje de continuidad, pero también de desafío: liderar una Iglesia que sigue enfrentando tiempos turbulentos.