El sabueso belga salvó a nueve personas, entre ellas niños con discapacidad y ancianos con Alzheimer. Murió tras ingerir una salchicha con clavos.
La diputada de Italia, Michela Vittoria Brambilla, compartió la imagen en redes y pidió justicia: “Su muerte fue dolorosa e inhumana”.
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Italia está conmocionada por la muerte de Bruno, un perro rescatista de siete años que había sido condecorado por la primera ministra Giorgia Meloni por su labor salvando vidas. El animal fue asesinado con una salchicha rellena de clavos y encontrado en un charco de sangre en el centro de adiestramiento de la unidad cinófila Endas, a las afueras de Tarento.
Bruno era un héroe para muchos debido a su participación en decenas de misiones de búsqueda de personas desaparecidas, y logró salvar a nueve individuos, entre ellos ancianos con Alzheimer y niños con discapacidad. Su trabajo fue clave para la Protección Civil italiana, y había sido premiado en varias ocasiones.
La Fiscalía de Tarento inició una investigación por muerte de animal con agravantes de crueldad y premeditación. Las autoridades revisan imágenes de cámaras de seguridad y recaban testimonios para identificar al responsable del crimen.
Arcangelo Caressa, dueño de Bruno, formador de unidades caninas antidrogas y antidisturbios, denunció que el ataque fue una represalia directa contra él. "El verdadero objetivo era yo. He recibido amenazas por denunciar peleas clandestinas, maltratos y tráfico ilegal de animales", explicó.
"Quieren que me haga a un lado, pero no me rendiré. Esto se hizo por dinero y por venganza", dijo Caressa, notablemente afectado por la pérdida. "Bruno era mi hermano. Las personas que él salvó me llaman llorando. No lo pueden creer".
En 2023, Bruno fue condecorado públicamente por Giorgia Meloni, quien también compartió una foto junto a él en sus redes sociales. Tras conocer la noticia, la primera ministra se expresó en redes: “Un acto vil, cobarde e inaceptable”.
Otras figuras políticas se sumaron al repudio. Michela Vittoria Brambilla, diputada y presidenta del Intergrupo Parlamentario por los Derechos de los Animales, calificó la muerte como “horrible, larga y dolorosísima”, y pidió aplicar la ley que establece hasta cuatro años de cárcel y multas de 60.000 euros por matar con crueldad a un animal.
Bruno no solo era un perro rescatista; también era consiedrado un símbolo. En uno de sus casos más recordados, localizó a Benito, un hombre de 84 años desaparecido en la montaña. “La esperanza estaba casi perdida, hasta que Bruno marcó un punto exacto en el bosque. Allí estaba Benito, aturdido pero vivo”, recordó Caressa.
El presidente del Senado italiano, Ignazio La Russa, pidió que se esclarezca el caso, al que calificó como “un acto bárbaro e incivilizado”. El alcalde de Tarento, Piero Bitetti, también repudió el crimen: “Este acto vil hiere gravemente los valores de nuestra comunidad”.