El fiscal de Cámara, Fernando Guzzo pidió ayer por la mañana 26 años de prisión para Jorge "El Loco" Barroso, el único acusado por el crimen de la niña Micaela Tati, hecho ocurrido en el año 2012 en el barrio La Gloria. Barroso es un mecánico que vive en el mismo barrio y que tiene vínculos con la familia Aguilera.
Por su parte, la querella a cargo del abogado Carlos Aguinaga, fue un poco más allá y solicitó una pena de 30 años de cárcel por el delito de homicidio contra el mismo imputado que está detenido en la cárcel.
De acuerdo con lo que piensa el fiscal, los dichos de Víctor "Pupi" Barrera resultaron claves para su acusación. Vale aclarar que Barrera estuvo detenido e imputado al principio del caso como autor del homicidio y más tarde fue sobreseído.
Barrera, en su declaración de hace una semana, dijo ante los jueces que estaba al tanto de los problemas que "El Loco" tenía con Rafael Molina (tío de Micaela) y que iba a tomar represalias.
El día del crimen, la pequeña Micaela estaba con su tío en la plaza del barrio La Gloria y fueron atacados por dos sujetos que se movilizaban en una moto.
Del mismo modo, testigos protegidos indicaron una versión similar y en todos los casos aparece Barroso como quien efectuó el disparo que terminó con la vida de la menor y que -todo indica- estaba destinado a su tío.
Además, se definió a Barroso como alguien con antecedentes violentos, "Tenía en su contra 14 denuncias por violencia familiar", indicaron en la sala de debates..
Absolución
Por su parte, la abogada defensora de "El Loco" Barroso, Laura Aizcorbe, dijo que su patrocinado es "un perejil en esta trama" e inmediatamente pidió su absolución lisa y llana.
Antes de terminar la jornada de ayer en la Sexta Cámara del Crimen, se pidieron tres compulsas por falsos testimonios escuchados a otros tantos testigos a lo largo del debate. Y al final,, familiares del acusado como los de la víctima, comenzaron a insultarse.
Para el martes de la semana que viene se espera la sentencia final.
El caso
La investigación determinó que los disparos tenían como objetivo a su tío, Rafael Molina, pero en cambio la hirieron a ella en la ingle. Tras varios días de internación, la niña finalmente falleció.
En principio, no se descartó que se tratara de una posible venganza entre los miembros de la barra brava del "Tomba", de la que algunos de los investigados inicialmente forman parte.