24 de marzo de 2018 - 00:00

Investigarán a una mujer que sería la testaferro de Echegaray

Se trata de María Paula Guerra, una de las apuntadas por el Gobierno de intentar ayudar a Echegaray con enriquecimiento ilícito.

Mariana Paula Guerra no es política ni tampoco fue funcionaria nacional. Pero fue mencionada por primera vez por el diario Clarín en 2009, apuntada como la presidenta de "Hacienda Argentina", un feed lot presuntamente vinculado al por entonces titular de la AFIP Ricardo Echegaray. 

Las sospechas, ya en aquel momento, iban más allá de su amistad de toda la vida con Silvana Karina Oviedo, esposa del ex funcionario kirchnerista.

Ahora, esta cordobesa de 48 años es una de las apuntadas por el Gobierno para intentar que avance la causa por enriquecimiento ilícito que se sigue contra Echegaray.

Así lo considera la Oficina Anticorrupción, que pidió una serie de medidas de prueba al juez federal Sergio Torres. Fue luego de corroborar información que, entiende, podría dar cuenta de que los vínculos entre Guerra y Echegaray van más allá de los lazos personales.

“La OA, como querellante en la causa, entiende que hay que profundizar la investigación. El patrimonio de Echegaray no está claro, por algo la causa está abierta. Y nosotros trabajamos para llevarla hasta las últimas consecuencias”, agregó, al justificar las cinco medidas de prueba vinculadas a la situación financiera de Guerra que sus abogados patrocinantes solicitaron.

La instalación de "Hacienda Argentina", en un campo por el que pagó $ 250.000, demandó una inversión que, según analistas, osciló los $ 10 millones.

Pero no es "Hacienda Argentina" la principal preocupación de la OA. En la nota, revela que Guerra "aparece sugestivamente adquiriendo de manos de Echegaray dos lotes ubicados en la localidad de El Calafate, por sumas en principio muy superiores a las obtenidas por otras ventas que realizó Echegaray de lotes similares".

Difícil de comprender teniendo en cuenta que se trató casi de una cuestión de amigas: fue Oviedo, quien con mandato de su marido Echegaray, vendió los lotes. Más todavía si se tiene en cuenta que, como señala la Oficina, Guerra figuraba como monotributista, con ingresos "desde $ 15.001 a $ 30.000".

Esta situación llevó a la OA a pedir que se investigara a fondo el patrimonio de Guerra: sus declaraciones juradas del impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales, la información de propiedades y bienes automotores, todos sus extractos bancarios, sus eventuales participaciones en sociedades y fideicomisos y si ingresó a los diversos blanqueos de capitales que se impulsaron en los últimos años.

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