¿Se puede revertir la baja producción de ciruela en el corto plazo?

La ciruela para industria acumula cuatro cosechas negativas, pero especialistas aseguran que es posible reimpulsar la actividad en la provincia. Las claves para intentar la recuperación.

Los especialistas sugieren empezar con una buena nutrición de reserva. Foto: Patricio Caneo
Los especialistas sugieren empezar con una buena nutrición de reserva. Foto: Patricio Caneo

El cuarto año consecutivo de malas cosechas en la ciruela industria es una preocupación para el sector y su futuro. Como mayor provincia productora y con alta demanda en mercados internacionales, vale la pena analizar cómo se podría reimpulsar la producción de este cultivo.

Según datos del Instituto de Desarrollo Rural, el promedio de cosecha de los últimos siete años es de 89.046 t. Para este año se pronostica una cosecha de 33.865 t, un número aún menor que la “baja cosecha” de 2021 de 60.751 t.

Para Alain Boulet, presidente de la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA), es fundamental “que el productor cambie de mentalidad, porque si no la situación será la misma”. A través de su Programa Ciruela 2025, de gestión técnica y manejo tecnológico, trabajan como ejes principales en la nutrición y el riego. “La helada es algo fortuito, pero si no se cambia, es seguro que los ciruelos van a seguir sin producción”, apuntó Boulet.

En principio, se sugiere empezar con una buena nutrición de reserva, es decir fertilizar apenas se hace la cosecha para que la planta acumule reservas para el próximo ciclo. Se debería volver a nutrir cuando la planta empiece a florecer, de modo de aumentar el porcentaje de cuaje, evitar la purga (una caída natural de frutos cuajados) y generar frutos de buen tamaño en la primera parte de la curva de crecimiento.

Una buena nutrición, asegura el presidente de AIA, permitiría un buen crecimiento de brotes y hojas, “porque de esa manera voy a tener una mayor capacidad fotosintética y así voy a tener frutos de mayor peso”. Después hay que seguir nutriendo hasta la cosecha, para aumentar el crecimiento del fruto.

La pregunta obligada es cuánto puede costar el paquete nutricional y si vale la pena. Tradicionalmente, un volumen de fertilizante promedio tiene un costo de U$S 300 por ha para obtener 10.000 kg de ciruela industria (a U$S 0,70, una producción de U$S 7.000 por ha). Esta nutrición extra que proponen en AIA costaría en total U$S 800, pero con una producción de entre 25.000 y 30.000 kg, una producción valuada entre U$S 17.500 y U$S 21.000 por ha.

Por su parte, Hilario Lázaro, investigador del INTA Rama Caída, consideró que para mejorar la calidad de fruta se debe poner el foco en las necesidades nutricionales de la planta. “Ahí se trabaja con épocas de fertilización, dosis, bioestimulantes, productos que tienden a reducir los períodos de estrés o de mayor exigencia del cultivo. Buscamos la optimización, no pasa por sólo aplicar más cantidad”, analizó el investigador.

Lázaro observa que los últimos años de producción han sido muy bajos y que es importante buscar modos de regularizar, estabilizar e incrementar la producción: “Debemos mejorar la productividad en los montes y la calidad en la fruta fresca, con un mejor calibre, el tamaño de fruto. Mendoza produce una muy buena, fruta coloreada y dulce, pero de calibres chicos para estándares internacionales. Eso incluye evaluar técnicas de poda y fertilización de cultivo”.

La ciruela y el agua

Otro aspecto es el riego, en especial desde el 15 de noviembre hasta la cosecha. Boulet explicó que en ese período a la planta no puede faltarle agua porque si no hay dos problemas: la mancha roja y un menor peso de la fruta. “La planta transpira más y saca agua del fruto, entonces eso genera un stress, una maduración anticipada. La fruta se pone roja y se cae. En general la mancha roja hace perder más fruta que el granizo”, advirtió.

El riego puede ser por surcos o por goteo, dependiendo de la cantidad de agua que se disponga. Una sugerencia del presidente de AIA es no tener maleza en esta época, porque son plantas que compiten por el agua: “Antes se creía que la mancha roja era por un reflejo del sol y por eso se dejaba pasto, pero eso es equivocado, mientras más maleza haya, habrá más mancha roja”.

En el caso de Sergio Morbidelli, productor de San Rafael, desde hace tres años trabaja en renovar su cultivo de ciruela industria: “Empezamos a trabajar en labores como poda, fertilización y agua. Hicimos todo lo que se necesita y aparentemente la planta respondió. Veníamos con un mito de que, cuando tenés una buena cosecha, al año siguiente viene una mala, pero hemos logrado revertirlo este año y esperamos otro año de buen volumen”.

Un punto que aclara Morbidelli es que “no es algo que hacés hoy y ves resultados mañana”, sino que es un trabajo de tiempo en su producción de entre 5 y 10 ha. Al hacer números, con los buenos valores actuales de la ciruela y el nivel sostenido de producción ha tenido una rentabilidad positiva. Incluso, ha logrado una producción de entre 25.000 y 30.000 kg por ha, cuando lo normal sería 10.000 kg por ha.

“No es que nunca habíamos logrado ese número, pero estamos logrando una regularidad año tras año, lo que antes no pasaba. Hay un conjunto de cosas: nutrición, poda, el riego, mantener libre de malezas, porque es la competencia de la planta por el agua”, analizó.

Finalmente, en AIA trabajan en nuevos cultivos de ciruela industria en el Valle de Uco. Se trata de una una plantación en seto, un cultivo súper intensivo y mecanizable, sin gastos de poda ni de raleo, que se puede cosechar con una máquina cosechadora de uva a los tres años, con 10.000 kg de producción por hectárea.

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