Se trata de una de las personas más importantes en la historia de la familia del rey Carlos III. Quién fue.
Un integrante de la realeza británica murió de cáncer y el rey Carlos III teme ser el próximo.
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Web La Corona Británica pasa por momentos de alta incertidumbre debido a los padecimientos de la familia real: el cáncer del rey Carlos III, la distancia entre los príncipes William y Harry y los desafíos a futuro para la monarquía respecto a la sucesión. En este marco, se conoció que un miembro clave de la realeza falleció por un cáncer de huesos y nadie pudo salvarlo.
El exprimer ministro Boris Johnson aseguró en su autobiografía "Unleashed" cómo fue la verdadera muerte de la reina Isabel II: la madre del actual rey Carlos no habría fallecido por "causas naturales", como señaló el Palacio de Buckingham en ese entonces, sino que, según el dirigente británico, la histórica reina habría muerto por un grave cáncer de huesos.
En el texto, Boris Johnson detalla que la reina Isabel II transitaba por ese entonces un fuerte tratamiento que le deterioraba el aspecto físico y que no funcionó lo suficiente para mitigar la enfermedad. Cuenta, además, la última reunión que tuvo con la histórica personaje dos días antes de su partida.
En los días previos a su muerte, como relata Boris Johnson, la reina Isabel II lucía más avejentada de lo normal y con fuertes manchas en las manos, producto de los procesos médicos a los que se sometía para sobrevivir de su enfermedad. Sin embargo, a pesar de su dolor, Isabel siempre se mantuvo firme en su responsabilidad de aplicar una transición ordenada en el reinado.
Uno de los puntos positivos y curiosos que destacó el exprimer ministro inglés en sus memorias es que, a pesar de su agravado cuadro de salud, Isabel II mantuvo hasta en la última audiencia una lucidez que la destacaba y que la hacía diferenciarse del resto de los líderes del mundo.