Ante un panorama de incertidumbre al futuro iniciado a raíz de la delicada salud del Rey Carlos III, aseguran que ya inició el proceso de cambio de corona.
El Rey Carlos III tiene pensado abdicar antes de lo pensado y sus hijos deberán prepararse.
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Web El príncipe William se encuentra en una posición de creciente protagonismo. Es que la realeza británica atraviesa una etapa de incertidumbre y reorganización, impulsada por la delicada salud del rey Carlos III. A menos de un año de su ascenso al trono, el monarca fue diagnosticado con cáncer, lo que ha acelerado los planes de sucesión.
Según un artículo de Harper’s Bazaar, la planificación para el traspaso de poder había comenzado incluso antes del diagnóstico de Carlos y hasta una vez fallecida la reina Isabel.
Robert Hardman, experto en realeza, señaló que Carlos no recibió un entrenamiento formal para ser monarca, lo que ha llevado a una preparación más estructurada para William, asignándole tareas y responsabilidades que antes desempeñaba su padre.
Este año ha sido descrito por el príncipe Guillermo como “el año más duro” de su vida, enfrentando desafíos personales y responsabilidades reales crecientes, puesto que la situación en su familia se complicó aún más con la salud de la princesa Kate Middleton, quien también fue diagnosticada con cáncer casi simultáneamente, aunque anunció su remisión en enero.
A pesar de su diagnóstico, el rey Carlos III continuó cumpliendo con sus deberes reales, demostrando un compromiso inquebrantable con su agenda. Sin embargo, su hospitalización el pasado 27 de marzo por efectos secundarios del tratamiento resaltó la fragilidad de su salud y la necesidad de prepararse para una posible sucesión temprana.
La posibilidad de que el príncipe William ascienda al trono antes de lo esperado se hace más palpable a medida que pasa el tiempo. Las conversaciones sobre el futuro de la monarquía apuntan a un cambio que podría ocurrir en los próximos años. Aunque Carlos se mantiene firme en su deseo de dejar una marca indeleble como monarca, es consciente de que el tiempo no está de su lado debido a su edad y enfermedad.
Así es que la situación actual de salud que atraviesa el Rey Carlos III resalta una fase de transición en la que los príncipes de Gales —el príncipe William y la princesa Kate—, deben prepararse para asumir responsabilidades de mayor envergadura, en un futuro que podría llegar antes de lo que esperan.
Cabe aclarar que Guillermo, inicialmente se negó a ser beneficiado por una abdicación y hasta planteó el escenario de que sea su hermano, Harry, quién tome el rol de monarca, algo que si bien es lejano puesto que la relación entre ellos y con su padre esta dañada, fue considerada dentro de la corona, para no perder la posibilidad de hacer un traspaso ordenado.