La conductora debió someterse a una operación que duró aproximadamente 45 minutos. Su hija aseguró que la intervención estaba pautada.
La salud de Mirtha Legrand volvió a ocupar el centro de la agenda tras conocerse que la conductora, de 97 años, fue sometida a una intervención quirúrgica ambulatoria en el Sanatorio Agote. La operación fue pautada previamente con su equipo profesional. Su hija, Marcela Tinayre, confirmó que se trató de un procedimiento menor.
Según relató Debarbieri, la operación duró cerca de 45 minutos. Mirtha fue acompañada por su entorno familiar más íntimo, en especial por Tinayre, quien se ocupó personalmente del seguimiento. El objetivo era resolver una situación que venía conversando con su médico y que no requería internación prolongada.
El hecho de que haya retornado a su casa el mismo día mostró la baja complejidad del procedimiento. “Salió exitosamente bien”, aseguró Debarbieri, buscando llevar tranquilidad ante la expectativa generada por la noticia. Desde su entorno destacaron que Legrand se encuentra de buen ánimo y con intenciones de retomar sus compromisos habituales.
Pese a la operación, Mirtha mantuvo en los días previos su ritmo de actividades, donde incluyó un encuentro con amigas el domingo, que compartió en redes sociales con una fotografía. Además, esa misma semana celebró los 57 años de su emblemático ciclo televisivo, un acontecimiento que vivió con marcada emoción durante la última emisión de La Noche de Mirtha.
Vestida con un look brillante y acompañada de un brindis, la conductora no pudo evitar quebrarse al recordar su recorrido profesional. “Me emociono, estoy muy emocionada, disculpen. Me emocioné muchísimo, 57 años, parece mentira”, dijo.
En su discurso, agradeció el apoyo del público y reconoció con palabras sentidas el vínculo que construyó con la audiencia a lo largo de las décadas: “Me he hecho grande, me he hecho mayor al lado de ustedes… Han hecho de mí una mujer muy feliz”.
Durante el homenaje, recibió una carta de Nacho y Diego, miembros de su equipo de producción, que también contribuyó a su conmoción. “Me tomaron por sorpresa, hay que avisar estas cosas. Acá seguiremos hasta que Dios quiera”, concluyó. La escena reflejó el peso simbólico de su trayectoria y la dimensión afectiva que sostiene su presencia en la televisión argentina.