La cantante se presentó como invitada en el show de Paulo Londra. Becerra agradeció las muestras de cariño de sus fanáticos.
María Becerra regresó a los escenarios tras una pausa forzada por un embarazo ectópico. El regreso de la cantante estuvo marcado por la emoción y la gratitud. La cantante argentina se presentó como invitada de Paulo Londra en el Movistar Arena, donde interpretaron su nuevo sencillo “Ramen para dos”.
Tras un cuadro de emergencia que incluyó una hemorragia interna provocada por un embarazo ectópico, Becerra debió ser intervenida quirúrgicamente en la Clínica Zabala durante el mes de abril. La situación repitió un episodio similar vivido en 2024, lo que obligó a cancelar sus compromisos profesionales y a mantenerse alejada del público.
El regreso se produjo en el marco del show de Londra en el Movistar Arena. “Este finde volví a subirme a un escenario después de un tiempo y fue muy especial para mí”, publicó Becerra en redes sociales, donde también agradeció al artista cordobés: “Gracias @paulolondra por dejarme acompañarte con nuestra nueva canción en este momento tan importante”.
En el mismo mensaje, se dirigió a su público con palabras que confirmaban que el proceso de recuperación seguía en curso: “Sigo sanando y escuchándome. Lo de estos días fue un pasito más en este camino, sin apurarme, pero con muchas ganas de volver”.
La primera interpretación pública de “Ramen para dos” tuvo una carga emocional evidente. Bajo luces violetas y en un ambiente íntimo, Becerra y Londra compartieron gestos de complicidad. “Gracias por esto @paulolondra, qué placer acompañarte hoy”, publicó ella. Londra respondió de inmediato, donde destacó lo significativo de cantar juntos en ese contexto. El vestuario acompañó la escena: Londra con campera celeste satinada y bermudas beige, Becerra con un conjunto blanco translúcido y botas negras. Fusionó el estilo urbano con detalles de estética japonesa.
Durante su recuperación, Becerra compartió una pintura en su cuenta secundaria de Instagram, cargada de simbolismo: un útero llorando sangre, una espada, una mariposa y una bolsa de sangre. La pieza, titulada “El dolor de mi alma”, funcionó como vía de expresión frente a una situación límite. En ese proceso, su pareja J Rei fue clave para su estabilidad emocional y física, llegando incluso a salvarle la vida, según se difundió en abril.