La periodista de Paparazzi rompió el silencio y se refirió al escándalo tras la filtración de chats subidos de tono con Diego Brancatelli y los expuso.
Luciana Elbusto decidió hablar en Paparazzi, medio en el que trabaja, sobre su relación con Diego Brancatelli, la que quedó expuesta luego de que filtraron chats subidos de tono entre los periodistas. Si bien negó que esas conversaciones existieron, confirmó que tuvo un vínculo con su colega y dio precisiones.
En medio del escándalo que se desató por la relación extramatrimonial entre Elbusto y Brancatelli, la periodista rompió el silencio porque de su parte "no tiene nada que ocultar". Esta es la razón por la que explicó que la relación entre ellos “empezó como un gran compañerismo laboral, de esos que no se dan todos los días”.
Primero se trató de una química laboral, casi inmediata, que luego se convirtió en un vínculo personal. “Cuando pasás tantas horas al aire, o produciendo, es inevitable conocerse más allá de lo que se ve. Con Diego compartimos valores, miradas sobre muchas cosas, y eso te va acercando", destacó.
“No me molesta que se hable, pero me interesa que se diga la verdad. No somos una pareja escondida ni estamos jugando a las escondidas con nadie. Lo que pasa entre nosotros es natural, maduro y desde un lugar de respeto”, sentenció.
La periodista -que trabaja en el mundo del espectáculo- decidió que hablar era la mejor forma de frenar el escándalo. "Se dijeron muchas cosas, y me sentí muy juzgada. Mi postura en todo esto fue la del silencio, pero como trabajo de esto me pareció que era momento de responder".
Pero la relación entre los periodistas salió a la luz cuando en redes publicaron supuestos chats que habrían intercambiados, que Luciana asegura que fueron manipulados. "Quiero dejar bien en claro que las conversaciones filtradas no existieron, y por eso la causa judicial sigue y le van a hacer pericias a mi celular la gente del estudio de Juan Pablo Fioribello. Se dijeron muchas versiones, y quiero resguardar a todos", explicó Elbusto.
"Quizás del otro lado estén enojados porque estoy hablando. Pero nadie quiere lastimar a nadie y cada uno encuentra cómo, dónde y cuándo hablar y de qué manera puede cuidarse y cuidar a la gente", admitió.
Luego, se refirió a las declaraciones que dio Cecilia Insinga, la esposa de Brancatelli, que intentó manejar todo de otra manera y sin responder a los medios. "Hay sentimientos, y hay personas y nadie quiere lastimar nunca a nadie. Quizás todo esto le duela a alguien, pero lo necesito", firmó.
"Se dijeron muchas cosas, como que me regalaba Diego un montón de presentes. Y no es verdad. Ni camioneta, ni un ladrillo de mi casa. No fue así. Con Diego nos conocimos, tuvimos nuestra amistad y sí es verdad que después de la pandemia se generó un vínculo", aclaró sobre los supuestos regalos que le había hecho el periodista.
Finalmente, contó que después de la pandemia comenzaron una relación que iba más allá de lo laboral. "Lo que pasó queda para nosotros. Cómo fue, qué sentimos, que nos pudo haber pasado, si nos confundimos. Pero eso es nuestro y sabremos como manejarlo a nuestro tiempo. El tiempo curará todo, esto me superó y me hizo mal", firmó al llorar.
"Ellos se resguardan de una manera, y yo no puedo. Tengo que salir a trabajar. Las guardias me persiguieron, y sentía que algo tenía que decir. Si a alguien le molestó, les pido perdón", cerró.