La serie de Netflix, basada en el comic de Neil Gaiman, es uno de los estrenos más esperados de julio.
La adaptación de "Sandman", basada en la obra fundacional de Neil Gaiman para DC y Vertigo Comics, estrenó su segunda temporada este miércoles 3 de julio en Netflix. El regreso del icónico Morfeo —o Sueño, como también se lo conoce— promete reavivar el universo oscuro, poético y filosófico que convirtió al cómic en una obra de culto.
La serie, una de las producciones más ambiciosas de Netflix en términos narrativos y visuales, sigue explorando las grandes preguntas de la existencia: la muerte, el destino, la identidad, el poder, la responsabilidad... y, por supuesto, los sueños. “'Sandman' es, ante todo, una historia sobre el poder de las historias”, ha dicho Gaiman más de una vez. Y en pantalla, esa premisa se traduce en un relato visualmente hipnótico donde cada episodio funciona como una pieza narrativa autónoma y, al mismo tiempo, parte de un engranaje mayor.
La historia comienza en 1916, cuando Sueño es capturado por el ocultista Roderick Burgess durante un ritual que originalmente buscaba apresar a Muerte, otro de los Eternos. La confusión no impide que el mago encierre durante más de un siglo al soberano del Reino del Ensueño. Su ausencia tiene consecuencias catastróficas tanto en el plano de lo onírico como en el mundo real: las pesadillas se desbocan, los humanos sufren trastornos del sueño y el equilibrio del universo empieza a resquebrajarse.
Cuando finalmente escapa en la era contemporánea, Morfeo descubre su reino reducido a escombros. A partir de ahí, la primera temporada lo sigue en su misión por recuperar sus artefactos de poder —el casco, el rubí y la arena— robados durante su cautiverio. El viaje lo lleva a cruzarse con demonios, hechiceros, humanos desesperados y, sobre todo, con su propia familia: los otros Eternos. Muerte, Deseo y Desesperación ya han hecho su aparición.