Francisco fue y es el mensaje. El hombre detrás del personaje. Los hechos delante de las palabras. Los hechos delante de las palabras. La imagen antes de la noticia.
El mundo llora a un hombre que sí reconoció. Que supieron valorar por lo que fue. Francisco en su condición de Papa nunca vino a la Argentina. Esto tiene un significado, una razón que no es menor y no queremos ver. Creo aún en su partida sigue diciéndonos cosas. Enseñándonos el camino que nos ayude a crecer.
Francisco fue y es el mensaje. El hombre detrás del personaje. Los hechos delante de las palabras. Los hechos delante de las palabras. La imagen antes de la noticia.
Tenemos que chocar contra el muro de la realidad para desde el lamento, reaccionar.
Mezclamos, pero no sumamos. Hablamos, pero no decimos. Miramos, pero no vemos. Oímos, pero no escuchamos.
Siempre los ojos fijos en nuestro ombligo.
Bergoglio fue principalmente un hombre común. Con batallas ganadas y pérdidas, cualquier otro, pero que llegó donde muy pocos lo hacen.
Ser Papa no es una cuestión de suerte. Hubo razones que lo situaron en ese lugar del mundo y no por ser de derecha o de izquierda, o de centro. Sucedió porque hizo cosas importantes queer fueron vistas por quienes pertenecen al ámbito religioso más de la tierra.
Como suele ocurrir, nos quedamos con lo poco importante. Con la foto “exclusiva” como trofeo.
El mundo llora a un hombre que sí reconoció. Que supieron valorar por lo que fue.
Francisco en su condición de Papa nunca vino a la Argentina. Esto tiene un significado, una razón que no es menor y no queremos ver.
Creo aún en su partida sigue diciéndonos cosas. Enseñándonos el camino que nos ayude a crecer.
Con comitiva reducida o no, nadie podrá borrar lo que dijeron del papa Francisco.
Nadie podrá cambiar lo sucedido, pero si el futuro. Será cuestión de interpretar a quien estuvo siempre del lado de los más débiles.
No contribuye llorar sobre su tumba, sino honrar su lucha siguiendo con su obra.
* Rob erto Bocanegra. Exferroviario y ferroaficionado.