El Departamento General de Irrigación (DGI) lanzó su libro “Agua y poblaciones”, un compendio de las distintas problemáticos del imprescindible recurso, que llega a los lectores a través del sello editorial de la institución.
Irrigación editó con su propio sello editorial el libro “Agua y poblaciones”, que ofrece una serie de trabajos de destacados autores en los que se abordan diferentes temáticas, problemáticas y soluciones respecto al abastecimiento a poblaciones y donde está presente el tema del cambio.
El Departamento General de Irrigación (DGI) lanzó su libro “Agua y poblaciones”, un compendio de las distintas problemáticos del imprescindible recurso, que llega a los lectores a través del sello editorial de la institución.
Se trata de una obra imprescindible sobre los alcances y proyecciones del vital elemento, sobre cómo cuidarlo y que además abona la tesis de luchar contra el cambio climático.
Prologa el trabajo, de 389 páginas, Antonio Embid Irujo, jurista español, especialista en Derecho de Aguas, quien resume la obra como “un texto de calidad innegable que ayudará de forma segura, a la consecución de los grandes objetivos que reúne el trabajo.” El superintendente de Irrigación, Sergio Marinelli escribió el prólogo, y la compilación de los trabajos estuvo a cargo de la especialista y secretaria de Gestión Institucional del DGI, Mónica Marcela Andino. Acompañaron el proyecto las universidades de Mendoza, Nacional de Cuyo, Aconcagua, de Congreso, Tecnológica Nacional (UTN) y los institutos Nacional del Agua (INA) y Regional de Estudios del Agua (IREA).
La obra fue escrita por la nombrada doctora Andino, María V. Erice, Juan B. Justo, Mauricio Pinto, Noelia Torchia, Eliana Britos Coria, Ángel Ruiz de Apodaca Espinosa, Oscar R. Vélez, María V. D’Inca, Mario A. Salomón, Víctor Burgos, Eduardo Comellas, Mauricio Buccheri, Valeria Mendoza y Araceli Agneni.
La razón de abordar esta temática tiene que ver con los desafíos que genera la articulación de la problemática del agua con el territorio, no sólo en la provincia sino también en la Argentina y Latinoamérica, en especial por el incremento de la población en ciertas y determinadas áreas.
En la experiencia mendocina es el caso de la cuenca del río Mendoza, nuestra cuenca más poblada, y la que ejerce mayor presión sobre el agua debido a la multiplicidad de usos, como agrícola, industrial, poblacional y recreativo.
Desde 2020, en momentos en que presionaba la sequía de nuestros ríos, la Superintendencia de Irrigación tomó la decisión de empezar a trabajar con determinación sobre la gestión de la demanda del recurso.
El agua no es ilimitada, proviene del deshielo de la nieve y hay que cuidarla en extremo, por lo que no se justificaba ya trabajar sobre la gestión de la oferta del líquido. Se empezó a poner el foco en la demanda a través de distintas acciones concretas y respecto de todos los usos del recurso, no solo el del riego, que es vital pero no es el único, porque el DGE tiene el control de todos los usos del elemento, conforme a la Constitución Provincial.
Por eso en el trabajo se explicita una línea de gestión específica, que es la línea de gestión urbana del agua, con punto de atención en la cuenca del río Mendoza.
Pero la problemática del agua y los sectores poblados también la encontramos en las áreas rurales, algunas de la cuales tiene muchas dificultades para acceder al recurso.
Por último, hay que señalar que el lector encontrará en el libro la temática del agua desde el punto de vista jurídico, pero también desde el soporte técnico y la experiencia de cómo se abordan estos temas en España.
Es probable que los costos de una realización académica y editorial de la magnitud de “Agua y poblaciones”, no hayan permitido una edición generosa en ejemplares, pero reconociendo que la versión digital es muy accesible y ordenada.
Debe apostarse a una segunda edición para que instituciones como bibliotecas oficiales y privadas, centros de estudios, universidades y oficinas públicas dispongan de un ejemplar de esta valiosa creación.