En cambio, las empresas vinculadas a la cadena automotriz volvieron a mostrar una caída (-0,9%), pese a que se desaceleró la disminución observada en el primer trimestre. En tanto, las firmas proveedoras del sector petróleo y gas tuvieron una baja de 3,2% y continuaron en terreno negativo debido a que continúan afectadas por la reducción de pedidos, el cambio de enfoque comercial en grandes operadoras como YPF y Pan American. A esto se suma la falta de definición de contratos en un contexto de fuerte ingreso de productos importados.
En Mendoza y en líneas generales, buena parte de las empresas metalmecánicas trabajan con el petróleo, la construcción y realizan bienes de capital. En este marco, la industria estuvo afectada por la salida de YPF de los pozos maduros y la reestructuración que implicó el plan Andes. Aunque la mayoría estima que en el mediano y largo plazo este cambio impactará de manera positiva en la producción petrolera, en Mendoza la actividad se frenó mientras se realizaba el traspaso. Recién este año las empresas que ganaron las áreas pudieron desembarcar de hecho y realizar los ajustes necesarios para cada situación.
Esto impactó de manera negativa no solo en la provincia sino también en el resto de las proveedoras del petróleo en otras provincias. “Vemos recuperaciones lentas ya que en la obra pública la metalmecánica es importante y, además, el petróleo en los pozos maduros dejó de generar actividad para las empresas nucleadas en Asinmet”, reflexionó Solís. Agregó que algunos sectores han comenzado a traccionar en la mejora, pero que todavía no ha sido importante ya que la caída continúa por debajo de los 10 puntos si se tiene en cuenta lo perdido en 2024.
En este sentido, la construcción ha estado muy golpeada a nivel nacional mientras que en Mendoza la baja impactó menos ya que algunas obras públicas se mantuvieron a un ritmo menor. Sin embargo, al estar los desarrollos inmobiliarios tan parados por una fuerte suba de costos y lento reacomodamiento de precios, lo poco que se hace es con tiempos largos y lentos en líneas generales. “La obra privada no alcanza a sostener la capacidad ociosa”, remarcó Solís.
Entre los productos que la metalmecánica produce para la construcción se destacan la carpintería metálica y de aluminio, plegadoras, fundiciones y otros bienes de capital. También está cada vez más presente debido a la fabricación de estructuras metálicas que utiliza la construcción en seco, cada vez más difundida. Este tipo de empresas pequeñas y medianas han tenido un impacto importante. Con relación a la energía, desde Asinmet reconocieron que el plan Andes todavía no reactiva al sector y algunas compañías se han visto fuertemente afectadas en la contratación de servicios. En el petróleo, la metalmecánica participa del mantenimiento de pozos, asistencia de bombas y destilería, construcción y ensambles, nuevos equipamientos y ampliaciones; entre otras áreas.
En la misma línea, Tomás Navarro, dueño de TYG SA, presidente de Asinmet Joven y vicepresidente UIM Joven, expresó que en Mendoza se vio una leve mejora de la actividad que todavía se encuentra bastante golpeada. Al arrastre de la fuerte caída del año pasado se suma la incertidumbre de mejora para lo que resta de 2025. “Los sectores más complicados son Fundición y Bienes de Capital”, subrayó Navarro. En coincidencia con Solís también mencionó que las empresas que trabajan para consumo final o para petróleo y gas están muy frenadas, sobre todo desde que YPF se fue de varios yacimientos en la provincia.
En Mendoza, una empresa líder de la metalmecánica ha sido y es Impsa que recientemente fue recapitalizada por privados y este mes celebró la postergación y reestructuración de su deuda por U$S576 millones. El cambio de manos y la apuesta que la nueva gestión ha prometido en Estados Unidos y en Yacyretá esperanza a las pymes locales que siempre han sido proveedoras de esta importante. Sin embargo, los tiempos para esto no están claros todavía aunque desde el sector han celebrado que la empresa vuelva al ruedo y genere expectativas de trabajo en el mediano plazo.
Apertura de importaciones
En mayo de 2025, los sectores de Maquinaria Agrícola (14,1%) y Carrocerías y Remolques (12,7%) volvieron a destacarse como los de mayor crecimiento interanual, según el informe de Adimra. Estas cadenas productivas tienen poco impacto en Mendoza del mismo modo que el sector de autopartes que profundizó levemente su caída, con una variación interanual negativa de 2,3%. En tanto, Fundición volvió a ubicarse entre los sectores más rezagados con una caída de -14,7% tras un leve alivio en abril por lo que la actividad se mantiene en niveles mínimos.
En tanto, el sector de Bienes de Capital bajó 2,1% y aunque en abril había logrado mantenerse apenas en terreno positivo, volvió a registrar una variación negativa en mayo. “La evolución mensual sugiere una dinámica amesetada, sin señales claras de recuperación”, puntualizaron desde Admira. Con relación a este último rubro, una preocupación de los industriales locales tiene que ver con la apertura de importaciones. Según Franco Totero de la empresa Sur Técnica y secretario de la Federación Económica de Mendoza (FEM)- la dificultad tiene que ver con que la baja de aranceles se concreta más rápido que la disminución de los costos laborales e impositivos.
Esta situación, hace que a la producción local sea más cara que la que ingresa por las fronteras desde distintos puntos del país con China como amenaza principal y latente en puerta. En este sentido, Tomás Navarro señaló que la apertura de las importaciones afecta de lleno a la actividad. “Competir con productos que entran de afuera a precios bajísimos, sin los mismos costos que tenemos acá, es muy difícil”, precisó el presidente de Asinmet Joven que agregó que eso pone en riesgo la producción local y los puestos de trabajo. “Por eso desde hace tiempo pedimos una política industrial seria que cuide al que produce en el país, sin cerrarse al mundo, pero con condiciones justas”, señaló Navarro.
Con relación a esto, Fabián Solís destacó que la apertura de importaciones afecta fuertemente a los fabricantes de bienes de capital, maquinaria para minería, energía y agroindustria. El dirigente de la gremial empresaria sumó un punto más por el que los productos argentinos se encarecen más allá del costo impositivo y laboral. “Hoy tenemos créditos caros porque la tasa es alta en comparación con la que poseen los fabricantes de otros países que poseen un verdadero financiamiento”, subrayó el también referente de Solís SA. Agregó que no hay ningún anuncio que anticipe una baja impositiva o algún tipo de beneficio para las empresas cumplidoras.
La situación de baja afecta al empleo y si bien no hay cifras específicas de Mendoza, lo cierto es que la baja de trabajadores ya se ha empezado a sentir en el sector. Esto, pese que las empresas hacen esfuerzos por no despedir personal entre otras cosas porque se trata de gente capacitada, formada o especializada que no es fácil de encontrar en el mercado laboral. El informe de Adimra destacó que en mayo se observó una caída interanual del nivel de empleo que llegó a -1,9%. Con respecto al mes pasado, la cantidad de empleados se mantuvo estable.
Con relación a esto, Tomás Navarro destacó que la mayoría de las firmas están haciendo malabares para mantenerse. En este sentido, se ajustan costos, se buscan trabajos en donde se pueda y se apuesta fuerte por la mejora de la eficiencia y productividad hacia adentro. “Muchas empresas tratan de mantener el empleo, aunque se reducen horas extra o se reorganizan turnos”, detalló Navarro. Agregó que también se intenta aprovechar lo poco que queda de los programas público-privados, aunque hoy están bastante limitados.
Con relación a sectores que en mayor tuvieron comportamientos positivos el informe de Adimra destacó a: Equipos y Aparatos Eléctricos (3,9%), Equipamiento Médico (2,8%) y Otros Productos de Metal (1,5%). “Estos mantienen una senda de recuperación leve pero persistente desde fines de 2024, aunque sin un impulso decisivo”, precisó el informe de Adimra. Agregó que pese a que en 2025 se consolidan señales de reactivación, el repunte todavía es heterogéneo.
El potencial de la minería
En medio de la preocupación, una luz de esperanza se alza con el desarrollo de la minería no solo en Mendoza sino también en el resto del país con proyectos que podrían comenzar de la mano del RIGI. “La minería es un sector que incentiva al sector y celebramos que en Mendoza se apueste por esto”, señaló Fabián Solís. Con relación a San Jorge (PSJ), el primero que podría comenzar con la construcción en nuestra provincia, el presidente de Asinmet lo destacó aunque aclaró que se trata de un proyecto relativamente pequeño para lo que es este sector en general.
“Estamos mirando cómo nos tenemos que vincular regionalmente con las provincias de Cuyo, hacer alianzas estratégicas y una visión de trabajo entre los sectores público-privado”, destacó Solís. En la misma línea, Franco Totero, quien también es vicepresidente primero de Asinmet, expresó que pese a que la minería tiene un tiempo largo para su desarrollo, se trata de una actividad que impactará de manera positiva en la actividad. En este sentido, expresó que el momento más importante es el de la construcción de la mina y que PSJ podría durar dos años. El sector mira también a San Juan en donde hay proyectos importantes en danza que podrían comenzar a visibilizarse en unos cinco años recién.
“Vemos positivo que el Gobierno se haya lanzado y abarcado al sector minero para comenzar a viabilizar proyectos mineros”, precisó Totero. Aquí Mendoza posee un potencial y un diferencial con relación a otras provincias debido a que gracias al petróleo cuenta con un entramado productivo pujante. Es decir que muchas empresas locales que trabajan desde hace tiempo en la minería metalífera y no en otras provincias. De este modo, las compañías no solo cuentan con experiencia sino con diversas certificaciones que el sector minero requiere para poder contratar servicios o personas.
Expectativas magras
El informe de Adimra destacó que en la metalmecánica las expectativas de producción a corto plazo (próximos tres meses) una suerte de desaceleración en los últimos meses. Y precisó que en mayor de este año, el 60,5% de las empresas espera que su producción continúe sin cambios o se contraiga. En este contexto, cada vez más empresas anticipan una posible caída en su nivel de actividad. De este modo, las perspectivas en cuanto al empleo reflejan que el 16,9% de las empresas anticipan posibles reducciones en su plantilla de personal, mientras que un 69,2% no espera cambios considerables.
Para Fabián Solís en lo que resta del año será importante continuar con el trabajo en proyectos que generen consenso. Del mismo modo, trabar en una mayor productividad de las empresas ya que –en coincidencia con el informe de Adimra- no se visualizan grandes cambios en el contexto macroeconómico. En línea, para Navarro la mayoría de las empresas están con cautela. Es decir que no se espera un gran repunte sino más bien mantener lo que hay o, en algunos casos, hasta se esperan caídas mayores de las vividas. “Lo que pedimos es estabilidad, acceso al crédito, reglas claras y previsibilidad para poder planificar”, apuntó Navarro y agregó que sin estos parámetros básicos será muy difícil que alguien se anime a invertir o crecer.
En general, la industria metalmecánica argentina provee elementos para el mercado interno con un sector exportador más chico. Con relación a las exportaciones, el informe de Adimra destacó que los últimos datos disponibles son del mes de abril. En este marco, las exportaciones de productos metalúrgicos totalizaron 476 millones de dólares, lo que representa un aumento interanual de 7,4%.
Por otro lado, las importaciones de bienes metalúrgicos aumentaron un 29,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Se observaron aumentos significativos en las importaciones de bienes de capital alcanzando valores récord en términos históricos. En términos mensuales, las importaciones de productos metalúrgicos continúan creciendo a una tasa promedio mensual de 4,9% tomando como base junio del año previo que fue el piso en la caída de las compras al exterior.