Mauricio Badaloni: "Estamos todos atrapados a la espera de la baja impositiva"

La Unión Industrial Argentina renovó autoridades y el mendocino se convirtió en protesorero 1° con la representación territorial de Cuyo. La competitividad en todo el país en el centro de la agenda.

La Unión Industrial Argentina (UIA) renovó sus autoridades para el periodo 2025-2027 y oficializó la lista de unidad con Martín Rappallini como nuevo presidente. En este marco, la flamante comisión directiva se ha planteado una agenda de competitividad, desarrollo federal y fortalecimiento de las cadenas de valor como principales objetivos de la nueva gestión. En este marco, Mauricio Badaloni, presidente de la Fundación Andesmar, no solo renovó su lugar en la mesa chica de la UIA sino que se convirtió en protesorero 1° con representación territorial de Cuyo.

“Desde hace tiempo la Unión Industrial buscaba cambios para que en la presidencia hubiera un industrial, es decir una persona que ella o su familia fuera propietaria de una industria”, destacó Badaloni. En este marco, Rappallini (56) cumple con los requisitos ya que es uno de los propietarios de Grupo Alberdi, que incluye a Cerámicas Alberdi, y Alberdi Desarrollos -una división especializada en parques industriales-. Este Grupo posee un plus desde la mirada mendocina, federal y territorial debido a que es uno de los socios del Proyecto San Jorge (PSJ) y de la exploración que se realiza en Malargüe en Cerro Amarillo.

“Es importante ser parte de este equipo que pone en valor el federalismo y lo que nos toca a nosotros desde la participación de Cuyo”, destacó Mauricio Badaloni. Agregó que la UIA se divide en dos grandes ejes. Uno tiene que ver con el peso específico de la industria y otro con el que posee cada provincia o región. En este sentido, la nueva mesa directiva de la Unión Industrial no solo se ha renovado con empresarios jóvenes que representan ideas más frescas sino que cumplió con la demanda de que fuera más federal.

“Esto coloca a Mendoza en un eje más importante para desarrollar proyectos”, se entusiasmó el dirigente empresario. Es que no es lo mismo hacer negocios a 80 kilómetros del puerto que realizarlos a más de 1.000 por mencionar algunas de las diferencias que se dan entre las distintas regiones del país. La idea de la nueva conducción es viajar más y estar más cerca de las realidades provinciales. De hecho, es probable que Rappallini esté pronto en Mendoza ya que los días 15 y 16 de mayo se realizará un importante encuentro de UIA Joven, que también se renovó recientemente.

Coyuntura, recuperación y competitividad

En el marco de que el Gobierno nacional podría bajar algunas retenciones a productos industriales, pero sin claridad todavía del impacto de esta futura medida, Badaloni destacó que la agenda de competitividad de la UIA busca nivelar la cancha. ¿Con relación a qué? A los países que compiten con Argentina en la producción de bienes que han comenzado a ingresar más fácilmente a la Argentina, pero que también se buscan vender en el mundo. Un ejemplo claro es que casi ningún país posee retenciones a las exportaciones sino que, por el contrario, suelen devolverle algo a las empresas que lo hacen.

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Con relación a la coyuntura actual, el empresario expresó que las mejoras se producen de manera heterogénea y que es cierto que el consumo todavía no se termina de recuperar. “Entendemos que mucho se ha ido a impuestos y servicios y que estos costos han tomado una parte importante de los salarios”, apuntó Badaloni. Agregó que el efecto de las importaciones puede ayudar a mejor el poder adquisitivo, pero que hasta tanto las industrias no puedan mejorar sus costos no será sencillo.

“Estamos todos atrapados esperando la baja impositiva”, sumó el dirigente empresario. Concedió que si bien el Gobierno nacional parece querer ir en esa dirección y se apunta a la normalización, existe mucha preocupación con lo que se ve. “El cepo era una barrera que se bajó y ahora hay que tener impuestos más razonables en comparación con los países con los que competimos”, precisó Badaloni. El protesorero de la UIA también dijo que si bien desde esta entidad se trabaja en el proyecto Ley de Fomento de la Inversión y el Empleo y que aspiracionalmente el Gobierno se encamina hacia allí, todavía no dan los números y faltan dólares.

“La desregulación es bienvenida, pero en este contexto no tenemos chances de competir con otros países”, contó el referente empresario. Agregó que todos buscan agilizar la baja de precios pero con más del 50% del valor del carrito del súper en impuestos, la flexibilización es complicada. Es por esto que el proyecto mencionado –también conocido como Ley Pyme o mini RIGI- busca, además, bajar el costo laboral relacionado con los tributos del salario en donde ser requiere una actualización a los tiempos que corren. “Es clave achicar el empleo informal ya que hay mucha desigualdad e injusticia con compañías que trabajan en negro y suman beneficios de 30% a 40%”, comentó Badaloni. Desde la UIA solicitan achicar esa brecha con una ley que incentive la formalización y no al contrario como sucede ahora.

Con la esperanza de que la recuperación de la economía llegue a los sectores en donde todavía se nota poco, el dirigente de la Unión Industrial explicó que otra pata clave para esto es el financiamiento. Si bien el acceso al crédito se ha duplicado en proporción con relación al año pasado, aquí sucede lo mismo que con los impuestos ya que en los países que compiten con Argentina es mucho más amplio y abarcativo. “No es que la industria no invierta porque tiene plata y no quiere hacerlo sino que para eso necesita crédito que todavía es bajo”, destacó Badaloni para quien la salida del cepo podría mejorar el acceso a los mercados externos en especial de las multinacionales.

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