Cayó la desocupación, pero hay 9.400 personas menos trabajando

Según las estadísticas del Indec y el análisis de los especialistas, la baja del desempleo se debe a que miles de mendocinos dejaron de buscar trabajo, cansados de no encontrarlo .

En el tercer trimestre hubo menos gente buscando trabajo en el mismo período del año pasado / Orlando Pelichotti
En el tercer trimestre hubo menos gente buscando trabajo en el mismo período del año pasado / Orlando Pelichotti

Por primera vez en dos años la tasa de desocupación del Gran Mendoza mostró una mejoría, bajando de 8,6% en el tercer trimestre del 2019 a 8,2% en igual período de 2020. Lo negativo, es que en el mismo lapso de tiempo se contrajo un punto el índice de empleo. Es decir que hay menos personas tratando de ingresar al mercado laboral, pero también hay menos mendocinos trabajando.

Para entender exactamente qué ocurrió en el último año, es necesario repasar punto por punto los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Lo primero que se debe analizar es la evolución de la tasa de actividad, índice que mide la cantidad de personas que se encuentran activas en el mercado laboral, ya sea trabajando o buscando un empleo.

En este caso, el Indec informó que la tasa de actividad del Gran Mendoza se contrajo de 48,1% en el tercer trimestre de 2019 a 46,8% en igual período de este año (1,3 puntos porcentuales menos). Dicho de una forma más comprensible, hay 13.506 personas menos activas en el Gran Mendoza. Ahora, resta identificar qué pasó con esas personas.

Revisando solo la tasa de desocupación (mejoró 0,4 puntos porcentuales en el período analizado) se podría suponer que la provincia se encuentra en una situación de crecimiento -hay 3.442 desocupados menos-, pero si se hace una lectura conjunta con la mencionada tasa de actividad y la tasa de empleo, se comprueba un escenario diferente. Es que el estudio realizado por el Indec demuestra que hay 9.414 trabajadores menos que en 2019 (el índice de ocupación cayó de 43,9% a 42,9%).

En resumen, hay menos personas buscando trabajo (desocupados), pero esto no se debe a la capacidad de Mendoza para generar empleo, sino a lo que los economistas llaman “efecto desaliento”. Esto ocurre cuando los desempleados se cansan de buscar trabajo y dejan de intentarlo. Cabe recordar, que no se considera desocupada a la persona que no tiene trabajo, sino a la que busca activamente un empleo sin encontrarlo.

El economista Pablo Salvador, explicó por qué el concepto de “desaliento” puede aplicarse a lo que está pasando en el mercado laboral mendocino. “Cayó las tasa de actividad en el Gran Mendoza, lo que demuestra que hay menos gente ofreciendo sus horas en el mercado laboral. Una parte de esa baja se explica por los empleos perdidos y otra, por la cantidad de personas que bajaron los brazos. Se cansaron de buscar y abandonaron”, comentó.

Otros economistas consultados coincidieron con la lectura de Salvador. “La caída en la desocupación es el reflejo de del abandono del mercado laboral. Hay personas que perdieron el trabajo y por la situación de pandemia se quedaron en sus casas. Ni siquiera salieron a buscar el trabajo porque sabían que no iban a encontrarlo. Lo mismo pasó con aquellas personas que llevan años tratando de buscar empleo y ahora bajaron los brazos”, indicaron.

La buena noticia es que la desocupación mejoró respecto al trimestre anterior (fue de 15,3% entre abril y junio), al igual que la tasa de empleo (había sido de 37,5%), aunque técnicamente la comparación de dos trimestres consecutivos no es recomendable.

La mirada del Gobierno

Lejos del análisis de los especialistas, el ministro de Economía y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié, se mostró conforme con las estadísticas del mercado laboral mendocino en el tercer trimestre. “Los datos que dio a conocer el Indec (haciendo referencia a la baja de la desocupación) son la consecuencia de la política del Gobernador de mantener la economía abierta aun en plena pandemia, lo que permitió cuidar a las pymes y como consecuencia a los trabjadores”, indicó.

“Desde el Gobierno entendimos además que los programas contracíclicos para fomentar la inversión privada y el empleo debían empezar aun en plena pandemia. Por eso presentamos proyectos para incentivar la inversión privada y mejorar la empleabilidad de los mendocinos. Hay más de 1.700 personas que se están capacitando en el programa Enlace, más de 1.350 proyectos de inversión que se presentaron en Mendoza Activa. A esto se suman las tres leyes tecnológicas y todo el trabajo realizado ProMendoza”, declaró.

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