Axel Vuylsteke, CEO global del grupo Vinventions desde septiembre de 2024, visitó por primera vez la Argentina en su nuevo rol y eligió Mendoza como una de sus primeras paradas estratégicas.
En su primera visita al país, el CEO de Vinventions, la empresa más grande cierre de botellas de vino analizó el escenario vitivinícola local, la crisis global del sector y los desafíos ambientales.
Axel Vuylsteke, CEO global del grupo Vinventions desde septiembre de 2024, visitó por primera vez la Argentina en su nuevo rol y eligió Mendoza como una de sus primeras paradas estratégicas.
La empresa, líder mundial en soluciones de cierre sintético para vinos, opera en Sudamérica desde su planta en San Juan. Durante su paso por la provincia, el ejecutivo mantuvo encuentros con referentes del sector vitivinícola local y visitó clientes clave, con el objetivo de reforzar la presencia regional de la compañía y entender de primera mano las dinámicas del mercado argentino. La agenda incluyó también reuniones con el equipo de la oficina comercial en Mendoza.
En esta entrevista habló con Los Andes sobre los ejes que guían la estrategia global del grupo: sustentabilidad e innovación tecnológica. Desde 2021, Vinventions produce en su planta de San Juan para abastecer a todo el mercado sudamericano, mientras que Mendoza se consolidó como su centro de operaciones regional, con oficinas que gestionan ventas en Chile, Perú y Bolivia.
La compañía lidera el mercado mundial de tapones sintéticos con su línea Nomacorc, basada en materiales reciclables. Esta tecnología, sumada a sistemas de control de oxígeno, permite optimizar la conservación del vino y reducir riesgos como el TCA, presente en cierres de corcho natural.
- ¿Cómo estás viendo la dinámica empresarial en Argentina comparada con otros países?
- Argentina atraviesa una situación particular en materia económica. En nuestro caso, la operación en el país funciona bastante bien y arroja buenos resultados. Sin embargo, esperamos que la situación mejore para poder contribuir aún más al grupo. Por ahora, el desempeño es positivo.
- Y, por ejemplo, hasta el año pasado, un problema importante eran las importaciones de los productos. Ahora, ¿cuál sería el principal componente?
- Para nosotros, una de las principales ventajas es que producimos localmente en Argentina, lo que nos permite estar cerca del mercado. Si bien debemos importar materia prima, contar con producción nacional nos ha permitido seguir siendo relevantes en el país, incluso en un contexto económico complejo. Por eso seguimos apostando por mantener nuestra actividad y producción aquí.
En cuanto a nuestro negocio, la principal dificultad hoy es la caída en el consumo de vino a nivel mundial. Hay una crisis en el sector y, naturalmente, cuando se venden menos botellas, se usan menos cierres y se venden menos tapones. Es una realidad que ya estamos viendo. Aun así, seguimos buscando oportunidades dentro de este mercado desafiante, porque creemos que, incluso en contextos difíciles, siempre hay espacio para crecer. Y contamos con varias soluciones para hacerlo.
- ¿De qué material son los tapones que producen acá?
- Nuestros tapones son de LDP, un material sintético con varios orígenes. Uno de ellos proviene de la caña de azúcar, un biopolímero totalmente reciclable y con cero impacto de carbono. Esto, además, nos permite ofrecer una performance muy buena y homogénea.
Otra de nuestras ventajas es la posibilidad de brindar al productor de vino opciones en cuanto al ingreso y control de oxígeno, gracias al material que utilizamos. Nuestra misión es acompañar al productor para que su vino llegue al consumidor tal como lo imaginó. Porque aunque el tapón parezca un detalle menor, en realidad es la última pieza y una de las más clave en el resultado final del producto.
- Actualmente, ¿cuántas bodegas compran su producto en Argentina?
- En Argentina son 300 más o menos, y vendemos alrededor de 260 millones de tapones al año.
- A nivel mundial, esto que hablabas de la baja en el consumo de vino, ¿está impactando en las ventas?
- En el último año logramos mantener nuestro volumen a nivel global. Es cierto que en mercados como Estados Unidos se sintió más la caída en el consumo, pero en otras regiones logramos sostenernos. Incluso en Argentina crecimos más de un 15%, lo que nos permitió mantener nuestra cuota de mercado. Aun así, somos conscientes de que el contexto sigue siendo desafiante.
- En cuanto a proyecciones, ¿cómo proyectan las ventas en Argentina en este año o en el primer semestre?
-En Argentina proyectamos un crecimiento del 5 al 7% respecto al año pasado, aunque eso depende en parte de cómo evolucione el consumo. Al tener una participación de mercado tan alta, cerca del 35%, nuestras posibilidades de crecimiento están muy ligadas al desempeño general de la industria. Si el mercado crece, acompañaremos ese crecimiento; si se mantiene estable, todavía vemos margen para ganar participación, sobre todo a través de nuevos clientes. En lo que va del año, los primeros cuatro meses mostraron una leve tendencia positiva, lo cual es alentador.
- Y a nivel mundial, ¿cómo está tomando la industria esta propuesta sustentable?
- A nivel mundial estamos defendiendo nuestra cuota de mercado, incluso creciendo con un volumen bastante estable en una industria que está bajando. Nos estamos defendiendo sobre todo por el tema de que tenemos una solución, un producto que soluciona un problema. Solución económica, sostenible y de calidad. Entonces sí, creemos que estamos ganando clientes incluso en bodegas bastante importantes, que sea en Italia, en España, en Francia, a través del mundo.
- ¿Qué valor agregado ofrecen además de que es sustentable?
Lo más importante es que tenemos un producto de alta calidad que puede asegurar al productor de vino que su producto saldrá como lo ha pensado. Si vas a otros productos de origen de corcho, por ejemplo, tiene el problema o el riesgo de TCA -(tricloroanisol) en el vino es un defecto que causa un olor y sabor desagradable, a menudo descrito como "olor a corcho"-. Donde el vino que resulta no es bueno, y esa es la mayor ventaja que ofrecemos. A un buen precio también por la tecnología que usamos.