El Feliciano Gambarte volvió a abrir sus puertas. Renovado, moderno, pero con el alma intacta. Lo que se vivió en su reinauguración no fue solo una fiesta futbolera, sino un reencuentro con la historia, la identidad y el corazón tombino. En una jornada cargada de emoción, la familia de Godoy Cruz celebró el regreso a casa y honró a quienes marcaron el rumbo en distintas épocas.
Tanque Giménez y Luis Elizondo quien cantó el himno.jfif
Inauguración del estadio Feliciano Gambarte, el Tangue Giménez junto al cantante, Luis Elizondo.
Walter Caballero
Porque el nuevo Gambarte brilla, sí. Tiene tribunas reacondicionadas, nueva iluminación, mejor accesibilidad y una estética acorde a estos tiempos. Pero hay símbolos que no cambian, como ese viejo tanque de agua que sigue en pie, recordando que aquí se construyó mucho más que un estadio: se edificó un legado.
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Encuentro amistoso entre viejas glorias del Tomba durante la inauguración del Feliciano Gambarte.
Walter Caballero
Los héroes volvieron a casa
En una noche donde la emoción se respiraba en cada rincón, volvieron a pisar el césped del Gambarte aquellos jugadores que lograron gestas inolvidables. Desde los campeones del ascenso al Nacional B en 1994, pasando por los que subieron a Primera en 2006 y quienes regresaron en 2008 y luego jugaron la Libertadores. Todos dejaron su huella en la historia del Tomba y fueron ovacionados como lo merecen.
Embed - Vuelta al barrio. Después de 20 años, Godoy Cruz abrió otra vez las puertas del Feliciano Gambarte.
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Alejandro Abaurre, el máximo goleador en la historia del club.
Walter Caballero.
Nombres como Claudio “Buby” Manchado, Marcelo Marcucci, Oscar y Ariel Pereyra, Alejandro “Cachorro” Abaurre, Cristian Vargas, Pablo Cuello, Sandro De Luca y Alberto Hipólito Naves dijeron presente. También los ídolos del ascenso a Primera: Sebastián Torrico, Diego Pozo, Silvio Duarte, Mariano Torresi, Mauro Poy, el “Tanque” Giménez, Nicolás Olmedo, David Ramírez, entre muchos otros.
Torrico, Pozo y compañia.jfif
Los ex arqueros del Tomba durante la reinauguración del Gambarte.
Walter Caballero
Se enfrentaron en un "picadito" simbólico, donde lo importante no fue el resultado, sino revivir los aplausos, los abrazos, los recuerdos. Como cuando el "Cachorro" Abaurre volvió a gritar un gol ante una popular rendida de amor. O cuando Mauro Poy volvió a sacudir las redes, como en sus mejores tardes.
Feliciano Gambarte, inauguración.jfif
El Rafa Iglesias fue uno de los personajes más solicitados por la hinchada.
Walter Caballero.
Así lo vivieron algunos históricos
Mauro Poy, uno de los goleadores de la temporada 2005 ,comentó: "Esta estadio está muy bueno, ha cambiado muchísimo. Con mis hijos decimos que está espectacular y la idea era venir a disfrutar. Estuvimos hablando con algunos de los muchachos que jugábamos, imaginando este gran día", deslizó el goleador.
Las lágrimas no se hicieron esperar. Manuel Villalobos, uno de los campeones del '94, expresó conmovido: "Desde que nos avisaron que íbamos a estar en el evento, se nos pianta un lagrimón. Esto no tiene precio. Tuvimos la suerte de ser campeones acá, y ahora ver todo esto nuevo, es muy emocionante".
Oldrá, Altamira y Andino.jfif
Facundo Altamira y Santino Andino bromean con Daniel Oldrá, quien fue su formador y entrenador en el Tomba. El Gato es el mito viviente de Godoy Cruz.
Walter Caballero
También habló Rafael Iglesias, visiblemente conmovido: "Esto es inexplicable. Tengo una sensación de alegría y nostalgia. Se me vienen muchas cosas a la cabeza. No puedo explicar todas las sensaciones que siento. Es algo que se siente en la piel".
Un cierre de una noche perfecta
El broche de oro llegó con la presencia del actual equipo profesional de Godoy Cruz, que compartió cancha con algunas de las leyendas. Daniel “Gato” Oldrá, los hermanos Osvaldo y Rubén Almeida, Javier Franco, Marcucci, Naves y Oscar Pereyra jugaron unos minutos frente al plantel que hoy representa al Tomba en la Liga Profesional.
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Inauguración del estadio Feliciano Gambarte
Walter Caballero
La popular fue cómplice de la fiesta. Cantó, vibró, se emocionó. Porque volver al barrio es más que una consigna: es un reencuentro con la esencia. Y el nuevo Gambarte no solo volvió y volverá a latir, vuelve a abrazar: a los que están, a los que estuvieron y a los que sueñan con vestir algún día sus colores.
Porque el Tomba es eso: historia viva, herencia, pasión.