Hacen cuarenta años, en el Circuito de Estoril, en Portugal, Ayrton Senna comenzó a forjar su leyenda en la Fórmula 1 tras ganar su primera carrera bajo una lluvia torrencial, en condiciones que habrían cancelado la mayoría de las largadas.
Se trata del Gran Premio de Estoril, celebrado en 1985 en Portugal, que cimentó la leyenda de Ayrton Senna en la máxima categoría del automovilismo.
Ayrton Senna tuvo su última carera en ímola
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Los AndesHacen cuarenta años, en el Circuito de Estoril, en Portugal, Ayrton Senna comenzó a forjar su leyenda en la Fórmula 1 tras ganar su primera carrera bajo una lluvia torrencial, en condiciones que habrían cancelado la mayoría de las largadas.
El Lotus 97T que Senna condujo en la primera de sus 41 victorias, ingresó a un Estoril mojado durante el fin de semana para conmemorar el 40 aniversario de su primera victoria, con los fanáticos de Senna haciendo la peregrinación para ver el auto en persona.
Se trata de un monoplaza que actualmente es administrado y preservado con cariño por Classic Team Lotus, una organización fundada por Clive Chapman, el hijo del fundador de Lotus, Colin Chapman.
La temporada de 1985 fue crucial para Senna, quien cumplía su segundo año en la F1. Tras unirse al equipo Lotus, el corredor brasilero logró sus primeros éxitos. La carrera de Estoril fue la segunda de la temporada, tras la carrera inaugural en Jacarepaguá, Brasil.
A medida que transcurría el fin de semana de carreras, el tiempo empeoró, pero pese a las lúgubres condiciones, Senna brilló durante las sesiones de clasificación, consiguiendo la pole position con impresionantes tiempos de vuelta que dejaron a Alain Prost, Keke Rosberg y Elio de Angelis por detrás.
Lo cierto es que al comenzar la carrera, la lluvia se propagó con mayor intensidad, creando una pista resbaladiza y peligrosa. Sin embargo, Senna, logró mantener el liderato y rápidamente abrió una brecha significativa con el resto de la parrilla. Su dominio del Lotus 97T le permitió recorrer el desafiante circuito con precisión y terminó la competición con más de un minuto de ventaja, una hazaña notable en condiciones tan peligrosas.
A medida que avanzaba la carrera, muchos de los competidores de Senna se enfrentaron a dificultades y el saldo fue de 16 pilotos retirándose, incluyendo nombres destacados como Nelson Piquet, Niki Lauda y Alain Prost. El podio final lo ocupó Michele Alboreto, de Ferrari, en segundo lugar, seguido de Patrick Tambay, de Renault, en tercer lugar.
“Perdí el control varias y estuve a punto de chocar con otro coche. Las condiciones de la pista eran muy peligrosas. Diez veces peores que el año pasado. Hoy es un día muy feliz para mí; tuve mucha suerte de poder mantener el coche en línea recta”, reveló en aquel entonces un Senna exultante en una entrevista con Folha de Sao Paulo.
Luego, el sitio oficial de F1 añadió declaraciones de Senna donde el brasilero advierte los errores que tuvo y que pudieron dejarlo fuera de competencia: “Una vez que estaba cerca de alguien, no podías ver nada. La gente piensa que no cometí errores, pero eso no es cierto. ¡No tengo idea de cuántas veces me salí! Una vez tuve las cuatro ruedas en el césped, totalmente fuera de control, y el auto volvió al circuito. Todos dijeron que fue fantástica la forma del control sobre el auto, pero fue solo suerte”, sentenció el posterior campeón del mundo en tres oiportunidades y apodado como "el Rey de la lluvia" por este y otros logros en esas condiciones.