La silbatina que bajó desde los cuatro costados del Feliciano Gambarte, cuando finalizó el partido y el Tomba se retiraba de la cancha, apuntó directamente al entrenador rosarino, Esteban Solari.
La derrota frente a Gimnasia encendió el malestar en la dirigencia y el Feliciano Gambarte. El equipo acumula cuatro partidos sin triunfos y crecen las dudas sobre el futuro del entrenador. El DT en conferencia, habló de los próximos compromisos del Tomba.
La silbatina que bajó desde los cuatro costados del Feliciano Gambarte, cuando finalizó el partido y el Tomba se retiraba de la cancha, apuntó directamente al entrenador rosarino, Esteban Solari.
La derrota frente a Gimnasia y Esgrima de La Plata, ante su propia hinchada, golpeó fuerte. No solo porque los hinchas siguen esperando celebrar tres puntos en el remodelado estadio, sino porque el equipo tampoco encontró respuestas. Los jugadores, tras el encuentro, aseguraron que el grupo está “fuerte y unido”, aunque reconocieron que la falta de gol es una deuda pendiente.
En esta ocasión, a Godoy Cruz no solo le faltó efectividad, sino también precisión y un funcionamiento colectivo sólido. Fue el cuarto partido del Clausura de la Liga Profesional y el Expreso todavía no despega, tres empates (dos de ellos 0 a 0) y esta caída ante el Lobo, un rival que no deslumbró, pero sí fue efectivo en las chances que tuvo.
Frente a este panorama, los rumores de que la dirigencia tombina podría dar por terminado el ciclo de Solari empezaron a tomar fuerza entre los más cercanos al club. Sin embargo, por ahora eso no ocurrió. Incluso, el propio entrenador habló en conferencia de prensa sobre lo que viene para el equipo.
Solari lleva seis meses al frente del Tomba, y por ahora no da muestra de crecimiento colectivo. Aun así, los resultados internacionales lo respaldan: la semana próxima, Godoy Cruz jugará en Brasil, frente a Atlético Mineiro de Belo Horizonte, por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Consultado sobre si siente la fuerza necesaria para seguir al frente del plantel, fue claro:“No se dio el partido que esperábamos. Se hizo un esfuerzo grande buscando ese gol que no llegaba. No habíamos sufrido el partido hasta que recibimos el primero de Gimnasia y, después, el segundo. Ahí se nos hizo cuesta arriba. Estoy orgulloso de estos jugadores porque, a pesar del entorno, dejaron todo, y a veces no es fácil. Me quedo con eso. Ahora estamos enfocados en el partido que viene, que es muy importante”, indicó.
En el complemento, el DT tombino realizó tres cambios en busca de mayor peso ofensivo, pero no logró romper el cerrojo del Lobo: “Los cambios estaban pensados para llegar más por las bandas. En el segundo tiempo jugamos con dos delanteros, pero Gimnasia se cerró bien y no fue fácil encontrar espacios. La intención de atacar siempre estuvo. Este es un equipo que va para adelante y eso lo rescato. Me quedo con eso. Habrá que mejorar los caminos. Lo jugamos hasta el último minuto, pero nos queda un sabor muy amargo”, explicó.
Sobre la silbatina del final y cómo se prepara el equipo para lo que viene, Solari indicó: “Hay que entender a la hinchada, nosotros somos los primeros en sufrirlo. Queríamos darle una alegría en casa y no pudimos. Dentro de lo malo, rescatamos haber convertido un gol en los últimos minutos, algo que se nos negaba. El rival llegó dos veces y nos hizo dos goles; fueron efectivos. Nosotros tuvimos cuatro o cinco chances claras y no logramos concretar. Ahora, la cabeza está puesta en el próximo partido. Vamos a juntar fuerzas porque el equipo está convencido”, aseguró el alineador del Tomba.