De la “casita hecha percha” a su loft soñado: Flor Vigna muestra fotos del hogar donde se crió

La bailarina sorprendió en sus redes con unas fotos de su infancia, en donde se la ve con sus hermanos y la casa donde vivió sus primeros años.

La bailarina tiene muchos recuerdos de su infancia en el barrio de Floresta.
La bailarina tiene muchos recuerdos de su infancia en el barrio de Floresta.

Hace algunos meses Flor Vigna mostró como había quedado, después de un arduo trabajo y mucha paciencia, su nueva departamento que había ido transformando poco a poco hasta convertirlo en su espacio soñado. Pero unos días atrás, la bailarina mostró unas fotos inéditas de su infancia con las que sorprendió a todos sus seguidores, además de demostrar que todo lo que tiene se lo ha ganado por cuenta propia.

“Nuestra casita estaba bastante hecha percha pero lo feliz que fui ahí no tiene nombre. Mis viejos siempre se movieron para darnos lo mejor de lo mejor”, escribió en una de las primeras fotos que puso en sus Stories de Instagram. En la misma se la puede ver como una niña, en una de las habitaciones de su casa. “Me hacía la modelo”, agregó divertida, sobre una época en que ya soñaba con la carrera que hoy tiene.

Flor en su infancia.
Flor en su infancia.

La casa de Vigna se ubicaba en el barrio porteño de Floresta y allí vivió junto a su mamá, su hermana menor, Leila, y su hermano mayor Miguel. Tenía 11 años cuando sus padres decidieron separarse, por lo que muchas de las fotos pueden ser antes de eso.

Flor vivía con sus dos hermanos y su mamá.
Flor vivía con sus dos hermanos y su mamá.

El relato de la historia familiar de Flor Vigna

Cuando su carrera recién comenzaba a dar vuelo, la bailarina dio una nota en El Nueve 9 en donde contaba como había sido la historia de su familia. “Nosotros vivíamos en el negocio -una perfumería-, no teníamos una vivienda. Mi mamá se la pasaba trabajando siempre”.

“Hoy estoy muy contenta con mi realidad y no tengo que ir dando lástima a nadie. Incluso siento como que no es una historia de lástima, sino de orgullo, porque yo lo pude superar, como creo que cualquiera lo puede superar en su casa”, contaba orgullosa sobre su familia. “Cuando mis viejos eran chicos, no tenían nada de nada y lograron hacer lo suyo gracias a mucho trabajo, en gran parte a mi mamá”, explicó.

A pesar de la separación de sus padres, fue su mamá la que le enseñó a no guardar rencor: “Mi mamá me enseñó a entender todo eso, no tengo que recriminarle nada a nadie, porque sé que fue parte de la construcción de mi familia. No teníamos nada, y en el intento de tenerlo hubo discusiones que a veces se fueron de las manos, cosas que por ahí no estaban buenas”.

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