Con el propósito de llegar al invierno con el cambio ya implementado, los comercios de Ciudad buscan lograr consenso para avanzar hacia un horario de atención de corrido.
Con el propósito de llegar al invierno con el cambio ya implementado, los comercios de Ciudad buscan lograr consenso para avanzar hacia un horario de atención de corrido.
En ese tren, la Cámara de Empresas Comerciales, Industriales, Turismo y Servicios (Cecitys), ya lanzó una encuesta entres sus más de 300 asociados cuyos resultados se conocerán en los próximos días, aunque hay posturas encontradas.
Abrir de 9 a 18 de lunes a viernes, en invierno inicialmente, o hasta las 21 con un escalonamiento en cuanto al ingreso y carga horaria de los empleados, son las dos opciones principales. Aunque los mismos dueños pueden proponer una tercera alternativa.
Así lo reconoce Adrián Alin, flamante titular de la Cecitys, para quien "el debate ya empezó con la consulta entre polos comerciales y clientes. No todos viven la misma realidad, y además para modificar los horarios hay que trabajar articuladamente con el turismo, pero la idea es que si abre uno se sume toda la cuadra. Será un proceso paulatino".
En tal sentido, la cámara ya gestiona un acuerdo con sus pares del sector turístico, hotelero y gastronómico, como Aehga y la Cámara de Turismo de Mendoza.
Qué implica: pros y contras
Con la Semana Santa descartada como laboratorio, se apunta a llegar con una prueba piloto de al menos 15 días en julio que le dé plafón a la decisión final . Desde Cecitys ya empiezan a procesar los primeros resultados del testeo, a partir de un eventual corrido (hasta las 18) o extendido hasta las 21.
¿Cuáles son las diferencias? “Depende de la categoría del comercio. Hay horas muertas para las ventas, como en apertura o la siesta, entonces conviene ir sumando gradualmente empleados con el correr de la jornada, teniendo en cuenta un dato: según opinan muchos asociados, se vende más luego de las 17”. Aunque por otra parte muchos turistas se sorprenden con no encontrar espacios comerciales abiertos a las 16, como pasa con el Pasaje San Martín”, ejemplifica Alin.
Lo que le da sustento a la intención de cambiar es el rápido sí de los comerciantes de algunas de las principales arterias o corredores con más dinámica comercial.
Como la popular y recientemente reformada Arístides, de perfil predominantemente gastronómico y de entretenimiento, e inicialmente un sector de la avenida San Martín y también Las Heras y alrededores, históricamente vinculadas al rubro indumentaria y de artículos para el hogar, entre otros.
Al estudio le resta sumar opiniones del corredor Juan B. Justo y también del área comercial del Bombal, entre otras zonas. Aunque desde la Cámara anticipan que no es restrictivo, y que también el público puede opinar.
Sin embargo, desde la Federación Económica de Mendoza (FEM), salieron a rechazar de plano la posibilidad de atender hasta las 18 horas.
“Creemos que el centro perderá atractivo. No queremos que después de esa hora el centro se muera y sea tierra de nadie”. Analicemos también el impacto que puede tener en el turismo.
¿Qué visitante recorrerá nuestro centro con casi todo cerrado salvo lo gastronómico?”, señalaron a través de un escrito desde la entidad , donde advirtieron el riesgo de un éxodo de clientes a los grandes centros comerciales.
"Queda claro que ese consumidor irá a otros lados, con lo que transferiremos ventas y clientes a shoppings, malls, supermercados e hipermercados, que lejos de plantearse un cambio de horario, atienden hasta los domingos y han incorporado productos que antes sólo ofrecía el comercio minorista", completaron en la FEM, antes de concluir en que "no hay que cederle espacio a la competencia".
De ahí que, como contrapropuesta, consideran "razonable que para ciertas fechas como Día del Padre, Día del Niño, Día de la Madre, Navidad y Reyes se practique un horario especial".
Del otro lado del mostrador, los empresarios cuentan con el apoyo de muchos trabajadores que viven fuera del Gran Mendoza. Aunque necesitan el aval del Centro Empleados de Comercio (CEC).
"Nuestra posición se ajusta a lo que dice la ley: que el empresario no puede modificar las condiciones unilateralmente. Si pasa puede darse por despedido, porque todo se pacta individualmente entre trabajador y patrón, siempre que se pague el salario de convenio", aseveró el secretario general, Guillermo Pereyra.
"Me parece bien el escalonamiento, pero hay que firmarlo. El incumplimiento da lugar a juicios y a los empresarios a hablar de litigiosidad. No vamos a aceptar que haya flexibilidad laboral".
Por su parte, los empresarios nucleados en la FEM hacen hincapié en el costo del almuerzo, al referirse a que si lo absorbe el comercio "debe contemplar una suma fija y permisos especiales, lo que es lógico. Pero si lo asume el empleado, lo que ahorre en micro lo gastará en comida con lo que su ingreso se verá seriamente afectado".
Estrategia, ventas y costos
Promociones con tarjetas de beneficios emitidas por cada comercio para el turista es la punta de lanza de una estrategia para justificar el fin de la siesta para el comerciante mendocino. Allí es donde intervienen los Centros Com a Cielo Abierto, Aehga, Cámara de Turismo y el Ente Mendoza Turismo.
El ejemplo que se muestra para "tentar" a los indecisos es la actividad en la Peatonal, mientras el accionar institucional apunta a recuperar nivel de compras con más servicios. Un recurso es garantizar estacionamiento seguro a los clientes, y reinstaurar fechas especiales de descuentos, como Grandes Rebajas, y el Centro está de Fiesta.