De acuerdo a los dichos de Carlos Salvador La Rosa en nota del diario los Andes del 23/03/2025: sobre los temas del medio ambiente también, se puede agregar que tenemos políticos nuevos, errores viejos y copiando con torpeza políticas de países por ejemplo los europeos.
En la provincia, algunos municipios adoptaron acciones para tener ciudades resilientes y salvo algunas manzanas en las cuales esas acciones mejoraron el ambiente, no podemos mostrar que tengamos ciudades resilientes, tal como las tienen en Europa donde las políticas se aplican hace varios años y tanto funcionarios como su población están compenetrados en llevarlas a cabo.
En Mendoza algunos municipios están encarando programas para mejorar el medio ambiente tal cual mejorar los servicios públicos como la recolección de residuos y su destino final, pero tenemos zonas grises en la eficiencia de los mismos. Como en los barrios periféricos en donde las clases pobres o indigentes salen antes de la recolección municipal a recoger bolsas buscando material reciclable y restos de comida para su consumo y descartando lo que no les sirve generalmente en la vía pública (calzada, acequias, plazas, etc.), que los municipios no limpian con la rapidez que hacen en las calles principales, estos residuos expuestos a que el tránsito, los animales sueltos, y el clima, generen impactos negativos en toda la zona.
Entre los residuos que vemos tirados en cualquier parte están los envases descartables. Es increíble que no se ponga freno a la fabricación de todo tipo de bebidas en envases plásticos no retornables como son los sifones de soda. Se puede sacar ordenanzas municipales y leyes provinciales que prohíban el expendio de bebidas para consumir en locales como bares, restaurantes, confiterías, etc., que no sean retornables; todas las bebidas gaseosas y alcohólicas deberían servirse en vidrio.
Otras acciones que se deben poner en práctica para mejorar al aire que respiramos y los costos de combustibles de automotores es colocar en honda verde las calles y avenidas principales del Gran Mendoza, trabajos que se anunciaron, pero hasta ahora no se concretan.
Esto nos dice, que los índices de pobreza y de indigencia tengan incidencia directa en la desmejora de la calidad de vida de esos barrios y los circundantes donde el medio ambiente está comprometido desde hace muchos años.
En la medida en que no se revierta la situación económica del país y todas las clases sociales vuelvan a tener recursos para vivir dignamente y también las políticas educativas acompañen ese crecimiento, será difícil pretender tener ciudades resilientes, bajar la huella de carbono, controlar el ozono, etc.
En muchos años llegaron recursos nacionales y también provinciales a los municipios para atacar los problemas de los residuos domiciliarios, su recolección, transporte y destino final, pero hace décadas que cada vez tenemos más pobres y los sistemas de tratamiento de residuos salvo la recolección, no mejoraron, y los recursos se gastaron.
La otra acción muy importante para Mendoza es impulsar, mucho más de lo que se hace actualmente, la industria sin chimeneas llamada turismo, para lo cual hacen falta varias cosas, entre las primeras mejorar la infraestructura de rutas, caminos y señalización.