El mercado automotor argentino volvió a sacudirse con fuerza tras un salto abrupto en la cotización del dólar, que ya roza los $1.370. En este contexto de incertidumbre cambiaria, las principales automotrices que operan en el país ajustaron sus listas de precios en agosto con aumentos que, en algunos casos, alcanzaron el 12%.
La consecuencia directa: adquirir un 0Km es cada vez más costoso y el impacto se siente tanto en quienes compran al contado como en los que financian.
Stellantis, el grupo que encabezó las subas tras el salto del dólar
El primero en mover fichas fue el Grupo Stellantis, que reúne marcas como Fiat, Peugeot, Citroën, Jeep, DS y Ram, además con varias plantas de producción en Argentina.
El miércoles 30 de julio aplicó un primer incremento de entre el 5% y el 7% en sus modelos más demandados. Pero el verdadero sacudón llegó el 31 de julio, cuando volvió a subir los precios como respuesta directa a la disparada del dólar (ese día la cotización del dólar oficial en el Banco Nación llegó a 1.380 pesos por unidad). Si se comparan los valores actuales con los de principios de julio, el alza acumulada alcanza 12%.
¿A quiénes afecta el aumento?
Sin embargo, este aumento no se traslada de igual forma a todos los compradores. Stellantis decidió bonificar el segundo ajuste (el del 1º de agosto) a quienes adquieran vehículos al contado o mediante créditos bancarios tradicionales, excluyendo los planes de ahorro. Para estos últimos, la situación es más compleja: al estar sujetos a los precios oficiales publicados por la automotriz, los ahorristas deberán afrontar las nuevas cuotas con el incremento completo del 12%.
El panorama para los usuarios de planes de ahorro se vuelve especialmente preocupante, dado que no tienen margen de negociación y deben absorber el impacto total del ajuste.
Un antecedente con final abierto
No es la primera vez que Stellantis protagoniza un cruce con el Gobierno nacional. En abril pasado, el ministro de Economía, Luis Caputo, había advertido públicamente que aplicaría “herramientas para defender a los consumidores” si se concretaban aumentos desmedidos.
Finalmente, aquella vez la suba fue contenida y se limitó a un 1,8%. Pero con el escenario actual, la tensión podría volver a escalar.
Ejemplos concretos: cuánto subieron algunos modelos
Según datos del sitio especializado Motor1.com, estos son algunos ejemplos del incremento de precios dentro del grupo Stellantis:
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Otras marcas también ajustaron precios
Stellantis no fue la única automotriz que actualizó sus listas. Ford también aplicó aumentos a partir del 1º de agosto, con un promedio del 3% en toda su gama. El modelo que más subió fue el Bronco Sport, con un alza del 4%. La Transit aumentó un 3,5%, la Maverick un 3,3% y los modelos Ranger y Territory ajustaron un 3,1%. En el extremo opuesto, la SUV Everest apenas se encareció un 1%.
Por su parte, Toyota decidió aplicar un aumento del 3,5% en todos sus modelos. Según informaron desde la marca japonesa, esta suba busca reflejar de manera gradual el efecto de la suba del tipo de cambio oficial, que entre marzo y julio se apreció 22%.
Durante ese período, los precios de sus autos aumentaron en promedio un 8,1%. El objetivo de Toyota es dosificar el impacto para evitar un traslado brusco al consumidor.
Un escenario incierto y con más aumentos en el horizonte
El salto del dólar obligó a las automotrices a recalcular rápidamente, pero no se descarta que haya nuevas listas de precios en los próximos días si la presión cambiaria persiste. Para quienes están pensando en comprar un 0Km, el panorama se vuelve cada vez más incierto: comprar hoy puede ser más barato que hacerlo mañana, pero también más costoso que hace apenas un mes.
Con un mercado tensionado por la inflación, la inestabilidad cambiaria y la pérdida del poder adquisitivo, la decisión de adquirir un vehículo nuevo se vuelve cada vez más compleja. Y todo indica que este fogonazo del dólar podría no ser el último del año.