Hay buena producción mendocina de frutas y verduras, pero cayó el consumo

En los mercados concentradores plantean que no se vende, pese a que los precios están muy accesibles.

Esta temporada hay buena cantidad (y calidad) de frutas y verduras de producción local en los mercados concentradores de Mendoza. La existencia de mucha oferta, sumado a un consumo que no acompaña, ha hecho que los precios se desplomen.

Los puesteros plantean preocupados que, pese a los valores accesibles, no se vende y los productores están, en ciertos casos, arando la producción porque es más barato realizar esta tarea que cosechar.

En enero, por ser el mes en que muchos eligen irse de vacaciones, suele producirse una baja, pero hay un cierto consenso en que, este año, la disminución ha sido más notoria. Y hay quienes suman que quienes tenían algo de dinero, se fueron, y los que no, se quedaron, pero no tienen mucha capacidad de compra y los primeros días del mes se agotaron el sueldo.

Belén, del primer puesto del Mercado Cooperativo del Acceso Este, resalta que los precios están muy económicos porque todas las hortalizas que se consiguen hoy son mendocinas y también la mayoría de las frutas, con la excepción de la banana, que es importada, y el limón, que llega de Tucumán. Con respecto a este cítrico, resaltó que había subido mucho, pero ha ido bajando.

En cuanto a los precios, en este mercado, se puede conseguir varios productos “al menudeo” (consumidor final), en promociones como dos kilos por $1.000 (tomate, camote, zapallito redondo, zucchini o berenjena) o, incluso, en el caso de la cebolla, los tres kilos por $1.000. La clave, aseguran los compradores, es hacer un recorrido primero y evaluar precio y calidad en cada puesto antes de decidirse por dónde comprar.

Belén sostiene que a los consumidores les favorecen esos precios, pero los que lo están pasando mal son los productores, porque casi no reciben nada por su trabajo y porque, como las ventas han bajado, los puesteros compran menor cantidad. Además, las altas temperaturas -en lo que va del verano ya ha habido cuatro olas de calor- hacen que deban tener mucho cuidado de no perder mercadería. “Un tomate verde, al día siguiente está rojo”, plantea.

Sobre los compradores, indicó que el movimiento varía, pero suelen ser los mismos, que van una o dos veces por semana, y que intentan atraer con promociones, del tipo dos kilos de pimiento por $2.500. También indicó que, por estos días, la gente lleva mucha fruta y que, cuando el precio es bueno, tal vez compra un poco más.

Mercado Cooperativo de Guaymallén
Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Buen momento para el consumidor

Omar Carrasco, presidente de la Unión Frutihortícola Argentina en Mendoza, detalló que hay mucha producción, pese a que hubo daños por la piedra en varios lugares. Pero hay mercadería y no se vende, porque “el que no tiene plata se quedó y el que tiene algo se fue de vacaciones”. Por eso, aventura que las ventas podrían empezar a repuntar a mediados de febrero.

“Este es un buen momento para el consumidor”, indicó e hizo referencia a que se puede comprar una cajón o bolsa de papas, de cebollas, de zanahorias, de pimientos y de berenjenas (uno de cada cosa) y gastar menos de $50 mil. Evaluó que el problema es que falta promoción del consumo de frutas y verduras, y que han planteado al Gobierno que lo van a ahorrar en gastos para la salud en hospitales, porque es comida más saludable.

Asimismo, indicó que quien pueda, debería congelar verduras o elaborar salsa, berenjenas en escabeche y duraznos al natural, entre otras conservas, porque en el invierno los precios suben, ya que se trae mercadería de otras provincias.

Mercadería sin salida

Víctor, de otro puesto del Mercado Cooperativo del Acceso Este, especializado en la venta de papas, comentó que se pueden conseguir bolsas de 20 kilos desde los $3.500. “La papa se ha mantenido y la verdad es que no vale nada”, lanzó. Aún así, contó que no hay ventas y que tenían, además de la mercadería a la vista, otro equipo listo para descargar. Y agregó que, por ahora, tampoco está saliendo para Buenos Aires, lo que les permitiría sacar un poco más de producto.

“No se vende”, señaló y, consultado sobre si esto podía ser por las vacaciones, comentó que ya después de las Fiestas de Fin de Año, cuando estaba aún más barata y se podía comprar hasta por $2.000 la bolsa, se produjo una caída. Esto ha hecho que los otros puesteros o verduleros que antes se llevaban 20 bolsas, ahora lleven apenas 5, por dar un ejemplo.

Víctor añadió, con cierta preocupación, que esta semana se acaban las papas de Fray Luis Beltrán y de Junín, y empiezan a entrar las de Tupungato y San Carlos, con lo que el precio sube, porque hay que sumar el flete, por lo que estimó que la bolsa podría subir a entre $4 mil y $5 mil; lo que reforzará la merma en las ventas.

Mercado Cooperativo de Guaymallén
Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Mari, de Cítricos Lito, explicó que, por lo general, en enero baja el consumo, pero que este año se ha notado mucho la reducción. Detalló que son distribuidores directos de estas frutas desde hace años, pero que han tenido que incorporar banana para complementar ingresos.

Si antes traían un promedio de 30 pallets semanales, ahora sólo están vendiendo 12. “Los clientes están, el tema es que no tienen efectivo”, planteó y sumó que por eso tuvieron que sumar la posibilidad de pagar con plataformas como Mercado Pago, para tratar de captar operaciones.

En cuanto a los precios, detalló que el cajón de 20 kilos de naranja cuesta $14.500 y, si han estado en frío, $19.000. Reconoció que, en otros momentos, el valor ha sido bastante más elevado e igual se han vendido, mientras ahora se ha mantenido o baja, pero no salen. Desde Entre Ríos, provincia de la que traen los productos, les han preguntado por qué se vende tan barato, después de 15 horas de viaje.

Mari señala que está lleno de mercadería, pese a los precios bajos y que no se avizoran cambios en el corto plazo. “Encima, todo es perecedero. Si no sacás las naranjas hoy, mañana las tenés que repasar, porque si hay una picada y la dejás, al día siguiente tenés cinco en mal estado”, relata. Sumó que los posibles compradores dan una vuelta, preguntan y suelen juntarse entre dos o tres cuando son consumidores finales, para poder comprar por mayor y repartir el combustible.

Baja de precios y costos altos

Rubén y Máximo, de un puesto en el pasillo 3 del Mercado Cooperativo de Guaymallén, contaron que, si el año pasado el cajón de uva -moscatel o red globe- se vendía a $50 mil, ahora está a $20 mil (los precios varían según el lugar y pueden modificarse por cuestiones climáticas). Y que otras frutas también han bajado su precio con respecto a la temporada anterior -con una inflación interanual que sigue siendo elevada-, pero no hay tanto movimiento.

“La poca plata es el problema”, señalan. El otro inconveniente es que tienen que vender todo rápido, porque, con las altas temperaturas, los productos se echan a perder. En este negocio venden sobre todo a los verduleros, pero como les han bajado las ventas a ellos, no llevan tanto como antes.

Mercado Cooperativo de Guaymallén
Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

Mercado Cooperativo de Guaymallén. Foto: Daniel Caballero / Los Andes

“Se van a fundir todos los productores”, lanza José, quien está en otro puesto del tercer pasillo. Es que el cajón de tomate, de 22 a 25 kilos, tiene un valor que va de los $3 mil a los $5 mil. “El precio se mueve por oferta y demanda, y cuando no hay consumo, baja. En este mercado se ve cómo está funcionando la economía provincial”, resalta.

Si bien el producto es muy demandado en esta época, para elaborar la salsa casera que se consume el resto del año, cuenta que la gente quiere prepararla desde mediados de febrero en adelante, para evitar el calor, pero que ya hay tomate ahora para poder hacerlo y a un precio muy conveniente.

Mientras el valor de venta se ha mantenido estable, los costos son elevados: para ilustrarlo, el cajón vacío cuesta $2 mil y a eso hay que sumarle el embalaje y el flete. Además, el alquiler de un puesto supera el millón de pesos y las expensas están por encima de los $80 mil.

Cambio de hábitos

Miriam, quien también vende en el Mercado Cooperativo del Acceso Este, detalló que hay mucha variedad de verduras y hortalizas de Mendoza: la caja de berenjenas, de 10 kilos, se puede comprar por $3 mil y la de zapallito redondo o zucchini, por $3 mil o $4 mil.

Coincidió en que el valor se rige por la ley de oferta y demanda, lo que implica que, cuando hay poca fruta y verdura, sube, mientras que, cuando hay mucha, como ahora, vale poco. “Al productor no le queda nada”, reconoció. Y sumó un dato curioso: cuando llueve y aumenta, se vende un poco más, porque es como si los precios bajos hicieran que el consumidor no aprecie el producto.

También manifestó que la caída en las ventas responde, en parte, a un cambio de hábitos, ya que las familias no tienen tiempo para cocinar, por lo que cada vez se consumen menos productos frescos. Añadió que hay verduras, como las berenjenas, que la gente no sabe cómo preparar, pero que podrían aprovechar cuando están en temporada -a precios en algunos casos muy accesibles y, en otros, razonables- y comer más saludable.

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