El Ministerio de Defensa de la Nación emitió una resolución prohibiendo el uso del lenguaje inclusivo en las Fuerzas Armadas y en todos los organismos descentralizados vinculados a dicha cartera. La medida, que entró en vigor el pasado viernes, fue firmada por el ministro Luis Petri.
La resolución se sustenta en normativas constitucionales y legales como la Constitución Nacional, la Ley N° 23.554 de Defensa Nacional, el Diccionario para la Acción Militar Conjunta y el Glosario de definiciones y abreviaturas, advierte que los miembros de las fuerzas militares podrían enfrentar sanciones por el uso de términos considerados como lenguaje inclusivo, como “generala”, “sargenta”, “soldada” o “caba”.
Aunque la resolución no especifica las sanciones que podrían aplicarse, destaca que cualquier incumplimiento de las normas de comportamiento podría llevar a la responsabilidad en los respectivos ámbitos de los infractores.
Desde el Ministerio de Defensa, anunciaron la implementación de una campaña de difusión para informar sobre el cambio en el uso del lenguaje, asegurando que el personal será capacitado para la efectiva implementación del nuevo código lingüístico.
La medida que rige desde el viernes no sorprendió a la cúpula militar, ya que se había anticipado la posibilidad de cambiar este aspecto del código como una de las primeras decisiones de la nueva gestión ministerial.
La prohibición del lenguaje inclusivo se enmarca en un “plan de reordenamiento de las Fuerzas Armadas” impulsado por el Ministerio de Defensa. Según fuentes de la cartera, esta eliminación servirá para “reforzar la disciplina” y cumplir con un “vocabulario militar a seguir”.
Desde la asunción de Luis Petri como ministro de Defensa, se anunció una serie de modificaciones estructurales en el interior de las fuerzas militares, incluyendo cambios en los cargos jerárquicos que provocaron un recambio generacional en el Estado Mayor Conjunto, el Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea Argentina.