Paseo misterioso: caminata a Isidris, el paraje mendocino que muchos creen es “energético”

Sitio energético. Con un trekking liviano por un río seco se puede llegar hasta lugar que ha dado pie a diversos mitos actuales. El paisaje es muy atractivo y, los que se atreven, acampan en la zona.

La misteriosa piedra de Isidris y su recorrido, se encuentra a 16 Km. al noroeste del Km. 0 de Mendoza sobre el río Casa De Piedra a 1.270 Mts. de altura en el Challao, Las Heras, cerca del cerro Arco, Es conocida como "Isidris. Ciudad Dorada Intraterrena"
La misteriosa piedra de Isidris y su recorrido, se encuentra a 16 Km. al noroeste del Km. 0 de Mendoza sobre el río Casa De Piedra a 1.270 Mts. de altura en el Challao, Las Heras, cerca del cerro Arco, Es conocida como "Isidris. Ciudad Dorada Intraterrena"

Un lado positivo de la pandemia es que este aislamiento nos permite movernos por lugares que tenemos por aquí cerca, muy interesantes y a los que tal vez damos poca importancia. Uno de ellos es el famoso trekking a la piedra Isidris, un sitio que muchos consideran “energético” o una “puerta a otra dimensión”.

La caminata (5 km.) lleva el mismo tiempo que la subida al cerro Arco, casi tres horas, y se parte desde el mismo lugar, el puesto Puerta de la Quebrada. Apenas empieza el camino hay que tomar un desvío por el primer río seco que encontramos hacia el oeste (izquierda). Previamente debemos dejar todos nuestros datos asentados en la planilla del puesto, de acuerdo a los protocolos sanitarios vigentes.

Es conocida como "Isidris. Ciudad Dorada Intraterrena"
Es conocida como "Isidris. Ciudad Dorada Intraterrena"

Una vez que empezamos a remontar el río seco -si llueve en forma intensa se deberá cancelar el viaje, porque puede transformarse en un cauce aluvional- nos encontramos con huellas de los paseantes que todos los días visitan el lugar. Se recomienda seguir por el cauce, porque esta zona -la Quebrada del Durazno- es propiedad privada. Los carteles de los propietarios indican que no se deben realizar actividades riesgosas ni encender fuego. En el camino bordeado por la flora autóctona hallaremos piedra, material de arrastre de distintos tamaños. Por el río seco, siempre hacia la izquierda, debemos continuar y a la media hora de caminata nos encontramos con importantes cerros, con piedras de curiosas formas talladas por el tiempo durante millones de años y marcadas en su base por increíbles crecidas de otras eras.

Un dato curioso: a lo largo del recorrido se ven, a los costados, pilas de piedras que han levantado algunos de los caminantes a modo de marca del camino.

Llegada al lugar del mito

Ya prácticamente en el sitio, luego de más de una hora de trekking, nos enfrentamos a un cerro que parece armado como un rompecabezas. Algunas de sus grandes piezas sobresalen y parece que su estabilidad pendiera de un hilo, y que podría caer con el primer movimiento telúrico o con una tormenta fuerte. El viento choca contra la pared y genera un bramido inquietante.

Caminamos unos metros más y a nuestra izquierda encontramos la piedra del lugar, un gran bloque de unos cuatro metros, entre el río y el cerro. Está pintada con símbolos e imágenes y hasta se distingue una figura que remite a la iconografía extraterrestre de algunas películas.

El sol intenso y la larga caminata invitan a descansar, a tomar un nuevo trago de agua y a reponer fuerzas con una fruta. Se respira naturaleza y tranquilidad, algo que caracteriza todo el camino. Tres mujeres caminantes se sacan una foto junto a la piedra. “Es interesante el lugar, nos costó encontrarlo, seguimos más hacia arriba porque queríamos ir a otro cerro”, comentan Noemí, Silvina y Jaquelina, y agregan que este tipo de salidas las realizan periódicamente y a distintos sitios: “Es una buena forma de hacer gimnasia y conocer los lugares que tenemos en la provincia”.

Foto: Claudio Gutierrez
Foto: Claudio Gutierrez

Natalia, Agustín, Francisco y Mercedes, junto a Vittorio, un perro boxer, regresan muy felices de la larga caminata a la piedra. “En realidad no vimos nada del otro mundo ni esperábamos verlo, son lugares muy bellos, como cualquier otro de la zona pedemontana, que merecen ser visitados”, indica Natalia.

“Hace 30 años íbamos a Isidris a cargarnos de energía, es un sitio energético, como el que está en Punta de Vacas. Lamentablemente en los últimos años han pintado y se ha desvirtuado un poco el sentido que tiene este lugar”, asegura Luis. Y agrega que por las noches se pueden vivir las experiencias que algunas personas cuentan. “Nos íbamos a la tarde y nos quedábamos toda la noche, comíamos algo y tomábamos mate. Allí pudimos ver luces y destellos muy interesantes, maravillosos. Algo importante: no te cansabas, volvías a tu casa sin dolores, ni cansancio”, asegura.

La misteriosa piedra de Isidris y su recorrido, se encuentra a 16 Km. al noroeste del Km. 0 de Mendoza sobre el río Casa De Piedra a 1.270 Mts. de altura en el Challao,
La misteriosa piedra de Isidris y su recorrido, se encuentra a 16 Km. al noroeste del Km. 0 de Mendoza sobre el río Casa De Piedra a 1.270 Mts. de altura en el Challao,

La experiencia de Nacho es distinta: “Con los compañeros del secundario, en 1998, fuimos en carpa hasta Isidris. Estaba todo bien hasta que en la noche, como a las 2 o 3 de la mañana, empezamos a ver luces y sentimos que nos levantábamos del suelo. Estábamos en las carpas y en menos de un minuto levantamos campamento y nos fuimos. Todavía no tenemos idea qué fue lo que pasó, pero nos asustamos”.

El libro que originó el mito y qué dicen ver los visitantes

Rodrigo Pérez Esquembre, director de Turismo de Las Heras, señaló que Isidris “es un sitio buscado y reconocido por su potencial energético. Nace a partir de un libro de la escritora Verónica Lizana, basado en su experiencia personal. Ella dijo haber experimentado un ‘contacto telepático’ con seres ‘intraterrenos’, mientras meditaba en la piedra. Su relato describe un portal que se abre a una Ciudad Dorada con fuentes de agua, luz y seres o entidades superiores. Desde entonces, personas de todo el mundo han venido a conocer el lugar y divulgado el tema, dando nacimiento al mito. Este espacio natural en una visita obligada tanto para los que practican esta filosofía como para simples curiosos”.

Foto: Claudio Gutierrez
Foto: Claudio Gutierrez

La Cámara de Turismo de Mendoza y el sitio Mendozatravel.com destacan que esta zona fue explorada por YPF y se detectó un importante vacuoide natural de 30 km de profundidad. Se dice que en la zona los acampantes nocturnos observan fenómenos extraordinarios, como luces zigzagueantes. Isidris es el nombre de una ciudad intraterrena, según el libro de Lizana, mendocina que reside en Canadá.

Roca sedimentaria

“Desde el punto de vista geológico, podemos decir que se trata de una roca sedimentaria, que es la característica de la zona de la precordillera que empieza en el río Mendoza y termina en La Rioja. Esta precordillera es un desprendimiento de los Apalaches, de EE. UU., hace 600 millones de años. Unos 150 millones atrás se adosó a esta parte del continente”, explicó el geólogo Hilario Alberto Rubio. Y sobre Isidris, resaltó: “Me pregunto por qué se llama así, ¿por San Isidro, tal vez? No tengo conocimiento sobre algún análisis de la roca, más que son sedimentarias plegadas y fracturadas”, comentó el profesional y detalló que es sorprendente la cantidad de minerales que posee la precordillera.

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