Marisa Colombo, la científica mendocina distinguida por un estudio que abre esperanzas a la cura de enfermedades

La científica Marisa Colombo (67) se formó y se doctoró en Bioquímica en la Universidad Juan A. Maza, viajó a Estados Unidos para perfeccionarse y volvió a su tierra para dar soluciones concretas a los problemas que se plantea la ciencia y la medicina. En enero recibió el premio a la trayectoria Houssay, distinción otorgada por el propio presidente Alberto Fernández, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus y la Dra. Ana María Franchi, Presidenta del Conicet.

La doctora en bioquímica fue destacada en el 2021 por su trabajo sobre un proceso células, llamado “autofagia” que a nivel molecular tiene incidencia en la supervivencia o muerte de microorganismos patógenos intracelulares y su vinculación con microrganismos como Mycobacterium tuberculosis, agente causal de la tuberculosis.

La capacidad que tienen las células para autofagocitarse y reciclar componentes podría ser la respuesta a la cura de un conjunto de patologías, por esta propiedad que repele o se transforma en un escudo.

La pandemia la dejó sin trabajo y sin futuro, pero se reinventó y ofrece servicios solo a mujeres

Colombo, desde 1997 está al frente de un conjunto de investigadores que siguen recogiendo evidencia para la aplicación de esta tesis al resto del campo de la biología y de la medicina.

Estos aportes no sólo fueron reconocidos con una distinción, sino que la sede del IHEM fue visitada durante los festejos vendimiales por el ministro Daniel Filmus.

“Siento que el premio no es sólo mío, sino de todos los colaboradores. En el proyecto sobre anticuerpos participaron cuatro mujeres, Dra. Constanza Giai, Dra.Nebai Salassa, Dra.Valeria Zarelli, Dra. María Cristina Vanrell y el Dr. Oscar Bello”, destacó y agregó. También en el grupo de autofagia participan actualmente Romina Abba, Guadalupe Benito y Emiliano Germ.

Y agregó: “El camino hacia un lugar de gestión y de mayor responsabilidad no fue fácil, pero en las últimas décadas ha cambiado la perspectiva de género en estos espacios y cumplimos un papel muy importante en la sociedad”, destacó la especialista, cuyo organismo tiene una doble dependencia: por un lado la Universidad Nacional de Cuyo y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET).

La vasta trayectoria de Colombo también ha dejado su huella en el campo de la docencia. Dicta clases como profesora titular de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la Uncuyo.

“La docencia es otra de mis grandes pasiones, mis padres fueron docentes y es algo que llevo en la sangre. Es una vocación como la que tengo por la ciencia, es una curiosidad que me acompaña desde pequeña”, contó en la charla con Los Andes.

Para Colombo la clave en tantos años de camino recorrido pasan por la dedicación, la excelencia y el amor por el trabajo.

“Es verdad que como mujeres nos cuesta más ascender u ocupar puestos de decisión, pero afortunadamente hubo cambios en la sociedad y hoy nuestra titular del CONICET es una mujer”, afirmó con relación a Ana María Franchi, quien también pasó por Mendoza.

Con respecto al estudio que explica las respuestas a las vacunas contra el Covid, el equipo de Colombo también recopiló evidencia sobre la efectividad de las vacunas y la respuesta inmunológica de las dosis que llegaron al país.

Los ensayos se realizaron con voluntarios al momento de la vacunación, 21 días después de la primera dosis y luego de la segunda dosis, (21 días posteriores). Se demostró que las de mejor generación de anticuerpos fueron las vacunas Sputnik y Astra Zeneca y en menor grado Sinopharm.

“La evidencia de este estudio, como el de otros grupos del país que participaron en una convocatoria nacional, arrojaron la necesidad de aplicar los refuerzos a los grupos que recibieron Sinopharm”, puntualizó la especialista.

Con todos estos datos científicos y con la disponibilidad de las vacunas contra el Covid-19 se superó la tercera ola y el país y la provincia se preparan para nuevas flexibilizaciones como la de abandonar la mascarilla y el trabajo de mujeres, como la Dra. Colombo, fue crucial.