Con la llegada de las bajas temperaturas, la Municipalidad de Mendoza puso en marcha un nuevo albergue de invierno destinado a brindar resguardo, alimento y contención a personas en situación de calle.
La Municipalidad de Mendoza, junto al Arzobispado y la Fundación Huentala, habilitó un refugio nocturno con 40 camas para personas en situación de calle.
Con la llegada de las bajas temperaturas, la Municipalidad de Mendoza puso en marcha un nuevo albergue de invierno destinado a brindar resguardo, alimento y contención a personas en situación de calle.
La iniciativa, que se extenderá hasta fines de agosto, forma parte de un abordaje integral que busca garantizar derechos básicos y facilitar la reinserción social y laboral de quienes atraviesan esta situación.
El espacio, que funcionará todas las noches de 20 a 11 horas, cuenta con 40 camas disponibles -que fueron aportadas por el Ministerio de Defensa a través del Liceo General Espejo- y se implementa gracias al trabajo conjunto con el Arzobispado de Mendoza y la Fundación Huentala. También colaboran otras organizaciones de la sociedad civil.
Además de alojamiento nocturno y comida caliente, el refugio ofrecerá asistencia en salud mental, capacitaciones, contención espiritual y acompañamiento psicosocial, con el objetivo de que las personas albergadas puedan iniciar un proceso de transformación personal que les permita salir de la calle.
“Desde la Ciudad de Mendoza nos involucramos con acciones concretas, poniendo recursos y articulando con distintas instituciones para dar respuestas reales a una problemática compleja. Este es un paso más hacia una ciudad más humana, inclusiva y solidaria”, expresaron desde el municipio.
El proyecto forma parte de una política pública sostenida que incluye operativos permanentes del área de Desarrollo Humano, con equipos que trabajan los siete días de la semana en contacto directo con la población vulnerable.