6 de abril de 2025 - 07:00

El pádel crece sin parar en el Este de Mendoza y gana espacio hasta entre viñedos

El éxito tiene una raíz deportiva, pero también social y económica. Va ganando espacios especialmente después de la pandemia.

Crece y crece. Y cada vez más rápido. Más canchas, más gente practicándolo y un negocio cada vez más lucrativo alrededor de él. En la zona Este de Mendoza el fenómeno es muy evidente y las canchas nuevas van ocupando espacios impensados, desde viejos galpones a viñedos.

El pádel es actualmente el deporte de más rápida evolución e impacto en la población, tanto en cantidad de canchas como en gente qué lo practica. Mendoza no es la excepción y el fenómeno se percibe claramente. En la zona Este de la provincia esto es muy visible, quizás porque a menos población cualquier cambio es más evidente.

Quienes lo practican conforman un grupo muy heterogéneo, que va desde niños a adultos mayores y también es muy variado el objetivo de cada uno. Algunos buscan la competencia, otros la actividad física como herramienta de salud y también están los que buscan sólo la recreación y un espacio en donde relacionarse con los demás.

¿Cómo se explica este fenómeno? Hay varias razones, pero tal vez la más concreta es la que da Lola Martínez, una adolescente sanmartiniana de 15 años que juega al pádel desde los 10. "Es muy divertido. Fácil de entender, de jugar. Conocés a un montón de gente nueva, muy respetuosa y podés sólo jugar para divertirte o jugar para competir", define.

Origen y explosión

El pádel (del inglés paddle, que significa paleta) no es todavía un deporte olímpico, quizás por su juventud. Nació a comienzos de la década del '60, en México. Después pasó a España y Argentina, para luego expandirse por Sudamérica y, hacia la segunda mitad de los '80, tuvo una primera oleada de crecimiento.

Pero el crecimiento exponencial de la actividad se produjo hacia la mitad de la pandemia de Covid-19. "Ahí empieza este furor, porque se permitió practicarlo antes que los deportes de conjunto", recuerda la profesora Julieta Arrarás. Esto, sumado a la difusión en redes y en los medios, y que se mejoró y se modernizó mucho la infraestructura y el equipamiento, lo que hizo que la actividad creciera aceleradamente.

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Las canchas nuevas van ocupando espacios impensados, desde viejos galpones a viñedos. | Foto: gentileza

Las canchas nuevas van ocupando espacios impensados, desde viejos galpones a viñedos. | Foto: gentileza

Actualmente se practica en más de 75 países y hay 35 federaciones nacionales de pádel distribuidas en los cinco continentes.

"Todas las semanas aparecen canchas nuevas"

Francisco "Pancho" Cunietti es un experimentado y reconocido profesor en San Martín y voz autorizada para hablar de pádel. "Está con un crecimiento exponencial, que arrancó desde la pandemia aproximadamente y no ha parado de crecer hasta hoy", dice. Y subraya que "el crecimiento es a nivel mundial".

El profe reconoce que "hay mucho interés entre los niños" y explica que "la mayoría comienza porque algún familiar juega al pádel, pero las redes sociales hacen que muchos vean a los mejores jugadores del mundo hacer puntos muy vistosos y eso les llama mucho la atención".

¿Es caro jugar al pádel? "Para una persona que se quiere dedicar en serio, pagando clases, jugando torneos los fines de semana, comprando indumentaria, no es barato. Pero, a nivel amateur, se puede practicar tranquilamente sin gastar mucho dinero", sentencia Cunietti.

Y detalla que una clase de una hora, con pelotas y profesor, ronda los $7.000. En tanto que un turno de una hora y media, para jugar con cuatro amigos, tiene un costo promedio de $ 5.000 por persona.

En la región, las canchas florecen. "En este último tiempo en la zona Este se han hecho varias canchas blindex, que son las que se usan actualmente. Hay unas 12 canchas techadas y otras 15 al aire libre, ya que las de cemento que se usaban antes han quedado obsoletas. No sé el número exacto de canchas en la provincia, pero debe andar en las 300 o tal vez más. Este número es de hoy, porque todas las semanas aparecen canchas nuevas. Hace unos dos años se están construyendo muchas y todo el tiempo aparecen canchas nuevas", admite el profesor.

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Pádel, un fenómeno que crece sin parar | Foto: Ramiro Gómez / Los Andes

Pádel, un fenómeno que crece sin parar | Foto: Ramiro Gómez / Los Andes

¿Es otra moda que pasará? "Creo que está vez el pádel ha llegado para quedarse. En los '90 hubo un auge parecido, pero fue sólo en Argentina y no llegó a tantos países. Ahora, debido a la globalización por las redes sociales, hay una expansión del deporte en todo el mundo. Además, se ha profesionalizado y también hay grandes compañías del mundo que están invirtiendo en el negocio, lo que hace creer que este crecimiento se puede mantener en el tiempo", asegura Cunietti.

Un motivo para juntarse

Julieta Arrarás cuenta que también para las mujeres el pádel es una buena opción. "Es un furor terrible entre las mujeres", dice. Agrega que "en medio de esta movida actual de libertad e igualdad, las mujeres han encontrado en la práctica del pádel un lugar para juntarse, distenderse, para conocerse".

Arrarás sostiene que este deporte "es fácil de aprender, sencillo, y resulta muy atractivo". Concuerda con Cunietti en que "hay un montón de apertura de canchas" y afirma que el crecimiento del deporte se debe en parte a que "antes las canchas eran de cemento y el pádel siempre tuvo fama de generar lesiones en las rodillas". "Pero se ha cambiado el piso (suelos alfombrados, acolchados, que evitan el impacto) y esto ayudó mucho", aclara.

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Pádel, un fenómeno que crece sin parar. | Foto: Ramiro Gómez / Los Andes

Pádel, un fenómeno que crece sin parar. | Foto: Ramiro Gómez / Los Andes

Cuenta que ha aumentado exponencialmente la cantidad de menores que practican pádel. "Ahora son niños que eligen este deporte, además de practicar otros. En muchos casos los padres los traen porque les gusta la actividad y también porque es un ambiente seguro", define.

La profesora cuenta que los precios son muy variables. "Una paleta inicial puede rondar los $100.000, pero también hay de más de un millón", detalla y reconoce que "se ha generado un gran negocio alrededor, entre indumentaria, equipamiento, canchas, clases y todo lo que rodea el ambiente".

El pádel es practicado por un ambiente clase media pudiente hacia arriba, quizás porque así nació, practicado por gente acomodada. Se podría decir que comparte el ambiente con el tenis y con el golf.

Incluso los amantes del pádel, destacan que hay un clima general de respeto y buenos modales entre los deportistas, que guardan las forman y respetan las reglas. Lola Martínez, quien practica el deporte desde los 10, destaca justamente esta particularidad. "El pádel lo practica gente muy agradable, respetuosa, simpática, amiguera", asegura.

También resalta que "puede jugar gente de 60 años o de 12, no importa la edad ni la condición física. Hay lugar para todos". "Una puede entrenarse como un profesional o jugar solo para reírse y divertirse, porque no se necesita estado físico muy alto para poder practicarlo", cierra.

Por eso, además de las canchas, es frecuente que el establecimiento también tenga un bufet, lugar para hacer un asado y un espacio agradable donde compartir las charlas después de jugar.

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