Todo comenzó como un juego entre amigos en la previa de un boliche porteño. Una ruleta, algunas risas y una consigna clara: quien salga elegido se va al amanecer a Córdoba en avión, sin equipaje, sin excusas, solo con su celular. La suerte cayó sobre “el Pichichi”, un joven que, fiel al desafío, emprendió el viaje relámpago con lo puesto y una sonrisa.
A las 8 de la mañana ya estaba volando rumbo a Córdoba, donde pasó el día como un auténtico turista exprés: recorrió iglesias, caminó por el centro histórico, desayunó en una cafetería local y hasta se sacó fotos como recuerdo. A las 17 horas ya estaba en el aeropuerto para regresar a Buenos Aires, cumpliendo así una experiencia tan absurda como inolvidable.
El video que documenta todo el recorrido desde la ruleta hasta el regreso se viralizó rápidamente en redes sociales, despertando la risa y la admiración de miles de usuarios. Muchos celebraron la espontaneidad del grupo y la predisposición de “el Pichichi” para sumarse al juego, mientras que otros preguntaron si se animarían a hacer lo mismo.
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Nueva moda o locura de una noche?
Lo cierto es que esta travesía fugaz se suma a una nueva tendencia en redes: los desafíos entre amigos que cruzan la línea entre lo absurdo y lo genial. En tiempos donde todo se graba, se comparte y se vuelve contenido, la idea de viajar con lo puesto por 24 horas se convierte en una anécdota irrepetible y, claro, viral.