Impotencia y bronca es lo que generó la venta de leche gratuita a través de Facebook. Se trata de las cajas que había acopiado el Ministerio de Capital Humano de la Nación, que se vencen a fines de julio y que Conin tomó la misión de distribuir en todo el país, incluso en Mendoza.
Según explicaron desde Conin, labraron la denuncia por averiguación de defraudación en perjuicio de la administración pública en la Oficina Fiscal Nº6, de Las Heras, ya que fue en la zona de El Algarrobal donde detectaron la irregularidad.
A partir de la demanda, se investiga a un comedor y tres personas; pero, además, se tomó la decisión de no entregar más leche a los lugares donde se ha detectado la venta de leche, según detalló a Los Andes Diego Álvarez, director ejecutivo de la ONG.
Es sencillo encontrar en diferentes posteos de Facebook el ofrecimiento de leche Vidalac entre 2.500 y 3.000 pesos, aún cuando en el frente de la caja o en la tapa tiene la inscripción “prohibida su venta y/o comercialización”.
Algunos mensajes son recientes, pero hay varios más de meses anteriores. Se pueden encontrar de diferentes barriadas de Mendoza y de otros lugares del país. En todos los casos, hay comentarios de gente interesada porque el precio está muy conveniente, pero también hay advertencias sobre la ilegalidad de la venta y mucha bronca.
“Caradura, buscan la leche, en vez de dar a sus hijos, la piden para vender. El gobierno no les debería dar nada y cerrar los comedores. Es la única forma de que aprendan. Sos una delincuente. Ya mismo te denuncio”, escribe Yamila.
En tanto, Marcelo apunta: “Ojo que se está denunciando en la Justicia a la gente que lo vende”. Y Belen señala: “Es la que entrega el Gobierno. Sale en la tapa”.
Desde el comedor “Niños de Dios”, uno de los que atiende a la población de El Algarrobal donde Conin entregó 234 cajas de las 120.000 que recibió para distribuir en Mendoza, manifestaron su indignación ante las noticias de la venta de la leche.
“Hemos escuchado los rumores, pero no hemos visto casos concretos de la venta”, indicó Juan Villegas, del comedor, quien además comentó que fueron a visitar a uno de los vecinos señalados por los “rumores” y “la estaba utilizando para sus hijos”.
Villegas dijo que durante la mañana de este viernes completaron la entrega de las cajas -4 kg por niño- normalmente y aprovecharon para resaltar que se trata de un “robo al Estado” el hecho de vender la leche que reciben en donación. Explicó que, como responsable del comedor, firmó una Declaración Jurada ante Conin sobre el destino que se debe dar los paquetes.
Y apuntó que el lote recibido vence el 30 de julio de este año. “Tenemos la numeración del lote y, por lo que hemos visto en las publicaciones de Facebook, no son nuestros”, detalló Villegas.
Por su parte, Diego Alvarez -de Conin- comentó que no hay forma de controlar que alguien que recibe alimentos, los venda. Aunque advirtió que se han tomado todas las medidas de control posible.
Venta de donaciones
La venta de productos donados por parte de algunos de los beneficiarios no es una novedad. De hecho, hay posteos en Facebook desde diferentes puntos del país anteriores al escándalo por el acopio de alimentos del Ministerio de Capital Humano y con marcas de leche que no son las que se están distribuyendo ahora por Conin.
Por ejemplo, hay mensajes provenientes de Villa Carmela y de otros habitantes de Tucumán donde ofrecen la Vidalac con la leyenda de prohibición a 2.500 pesos, pero en esa provincia -según informaron desde el diario La Gaceta- se está distribuyendo la leche Franz.
La denuncia de Conin encendió la alerta en varios organismos. Si bien el Gobierno provincial no tiene injerencia en el operativo nacional ordenado por el juez federal Sebastián Casanello, desde la dirección de Desarrollo Comunitario de Mendoza confiaron a Los Andes que están monitoreando que las que se ofrecen no sean cajas de leche entregadas por la provincia.
Tanto en el Banco de Alimentos como en Cáritas señalan que la venta de lo donado es algo que puede ocurrir, aunque no es algo frecuente y tratan de persuadir a quienes cometen esa falta.
Desde el Banco de Alimentos, donde trabajan con 81 organizaciones sociales, desarrollan visitas periódicas a las organizaciones para saber cómo están trabajando. Como medida preventiva, intentan que la venta no ocurra “entregando una cantidad de alimentos que se encuentre acorde a la cantidad de beneficiarios que tiene cada organización”.
No obstante, para los casos en que se detecta un desvío tienen un sistema de advertencias que se activa ante una venta. “Finalizadas esas advertencias, la organización no puede trabajar más con nosotros. No podemos ser policías de estas situaciones, pero siempre salen a la luz porque es el mismo grupo de organizaciones quienes están alertas a estas prácticas y de alguna manera también se regulan entre ellas”, completaron.
Por su parte, cuando en Caritas en algún momento alguna parroquia ha detectado la venta de un producto entregado en el bolsón se acercan a la persona para explicarles que las cosas se consiguen con mucho sacrificio.
“Es muy esporádico, es raro. ¿Cómo se procede? En las parroquias tienen la ficha de las personas que se ayudan normalmente, que son aquellas personas que reciben el bolsón durante un tiempo determinado y con las que se tiene un trato más personalizado. No es el que pasa por la Cáritas parroquial y se le da una ayuda de emergencia; a ése no podemos controlarlo. Los pocos casos que hemos detectado, de muy buena manera y teniendo en cuenta de que estamos hablando con un hermano en situación de necesidad, se le dice que nos hemos enterado. Pero depende siempre del contacto y el vínculo que tiene”, informaron desde la entidad solidaria.
