Destacan que la matrícula creció 130% en dos años. Actualmente hay más de 260 estudiantes. Se inauguró un nuevo espacio en el penal Almafuerte II.
“Entre 2023 y 2024, la matrícula universitaria en contexto de encierro creció 130%” en Mendoza, afirmó la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus. Penal Almafuerte
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“Entre 2023 y 2024, la matrícula universitaria en contexto de encierro creció 130%” en Mendoza, afirmó la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus. En esos dos años, egresaron 13 estudiantes mientras que actualmente hay 114 estudiantes en plena trayectoria académica en el penal Almafuerte y 147 que cursan en la sede del Complejo Penitenciario Boulogne Sur Mer.
Son parte del Programa de Educación Universitaria en Contexto de Encierro (EUCE), que desde 2008 garantiza el acceso, la permanencia y el egreso de personas privadas de libertad a carreras de grado de la UNCuyo.
Actualmente, el EUCE ofrece diez carreras que se dictan en aulas ubicadas en los complejos penitenciarios de Boulogne Sur Mer y Almafuerte.
Las carreras son ofrecidas por las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, Filosofía y Letras, Derecho, Educación y el Instituto Tecnológico Universitario. Las actividades incluyen grupos de estudio, clases y talleres complementarios, desarrollados en espacios habilitados en los complejos Almafuerte I, Almafuerte II y Boulogne Sur Mer.
La ministra destacó estos datos en el marco de la inauguración de nuevas aulas universitarias en el Complejo Almafuerte II, ubicado en Cacheuta, Luján.
La funcionaria puso en valor la importancia de la educación para la resocialización de las personas privadas de libertad.
El nuevo edificio en Almafuerte II tiene una superficie de 1.127 metros cuadrados e incluye al menos 6 aulas, biblioteca, oficinas administrativas, sala de profesores y patio central. Además tiene una sala de informática equipada con tecnología completa.
“Este espacio es muy importante, porque uno de los grandes desafíos del Servicio Penitenciario es la resocialización, y la educación es un aporte fundamental para lograrla. Contar con esta infraestructura y material tecnológico, sumada a las horas cátedra de los docentes, nos permite ampliar la oferta curricular y garantizar el derecho a la educación en contextos de encierro”, resaltó la funcionaria.
“Es fundamental no solo para el Servicio Penitenciario y quienes están privados de libertad, sino también para todo el sistema de seguridad, ya que la educación se vincula directamente con mejores posibilidades de resocialización y reinserción social”, agregó.
La directora principal de Tratamiento del Servicio Penitenciario, Sara Sanguedolce, recordó los inicios del programa en 2008, cuando contaba con apenas dos estudiantes. “Hoy ver este crecimiento nos llena de orgullo”, afirmó. También destacó el compromiso de la universidad con la ciudadanía mendocina y la ampliación de la oferta educativa en los distintos complejos penitenciarios. “La universidad es mucho más que egresar estudiantes. Es un espacio de contacto, de comunicación distinta, de apertura a la conciencia y al conocimiento, pero también de humanidad”, enfatizó.
Por su parte, el vicerrector de la UNCuyo, Gabriel Fidel, expresó que “la Universidad y el Servicio Penitenciario están hechos del compromiso de quienes los integran. Hace muchos años decidimos que la universidad pública debía garantizar el derecho a la educación para quienes están privados de libertad. Ver este nuevo edificio, emociona. La educación transforma vidas y sociedades, y estoy convencido de que estas aulas también van a transformar este lugar”.
