Todas las chicas, de entre 15 y 7 años, quedarán en hogares del Estado. Su madre está imputada por un macabro crimen en Guaymallén, y las niñas habrían estado presentes en ese momento.
Brutal crimen en Mendoza: qué ocurrirá con las 5 hijas de la mujer imputada por descuartizar a un hombre. Foto: Archivo
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Facebook Las cinco hijas de Adriana Valeria Suárez (40), la mujer detenida por el crimen de César Rodas (41) en Guaymallén, ya tienen definido su destino. Desde el Ministerio de Educación, Cultura, Infancias y DGE confirmaron qué ocurrirá con las niñas y adolescentes, quienes había vuelto a vivir con su madre luego de que la mujer -con un amplio prontuario delictivo- recibiera el beneficio de la prisión domiciliaria.
Según confirmaron, a partir del análisis interdisciplinario realizado en las últimas semanas y en articulación con el Programa de Maltrato Infantil y Salud Mental de Hospital Carrillo, se determinó que las niñas atravesaron recientemente situaciones de negligencia grave, maltrato crónico y exposición a extrema violencia. Es que, según trascendió, ellas estuvieron presentes cuando tuvo lugar el macabro asesinato.
Por lo tanto, resolvieron -como medida de protección excepcional-, el ingreso institucional de las cinco hermanas a hogares de menores dependientes del Estado mendocino, "dado que no se cuenta con red familiar para disponer una alternativa diferente en este momento".
Mientras Suárez estuvo con prisión efectiva por uno de sus delitos previos (robo agravado), las cinco chicas quedaron bajo la tutela de su abuela paterna. No obstante, esta mujer falleció y esta circunstancia, sumado a que a la madre de las niñas le otorgaron prisión domiciliaria (justamente para que pudiese cuidar de sus hijas), derivaron en el regreso de las chicas con su madre.
Luego del brutal crimen por el que está señalada y acusada oficialmente Suárez -cometido contra un inquilino a quien le alquilaba una propiedad de Dorrego-, el Estado tomó esta determinación ante la situación de vulnerabilidad y desprotección en que se encontraban las menores.
Las mayores de las adolescentes (de 15 y 13 años), por un lado, serán derivadas a residencias diferentes y descontextualizadas, para minimizar riesgos y facilitar intervenciones individualizadas. Esto es porque son quienes más conscientes están de la situación que están atravesando e, incluso, han atravesado episodios severos.
En tanto, las tres hijas más chicas de Suárez (de 11, 9 y 7 años) quedarán alojadas en un mismo lugar, con el objetivo de priorizar la continuidad de vínculo fraterno y la creación de nuevas dinámicas vinculares.
Según destacaron desde la Provincia, esto permitirá iniciar un proceso terapéutico de reparación emocional, dada la alta afectación psicológica sufrida en el entorno materno.
En ese sentido, se dará intervención a los equipos terapéuticos correspondientes, se informará al juzgado interviniente, y se realizará seguimiento periódico de las niñas desde el equipo técnico.
La situación de las hijas de Suárez es por demás particular, ya que requieren de mucho trabajo terapéutico interdisciplinario y no cuentan con adultos responsables que puedan cuidarlas. De hecho, tampoco está previsto a corto plazo que ingresen al sistema de adoptabilidad, aunque ello se evaluará más adelante y en función de cómo vayan evolucionando.
Adriana Valeria Suárez (40) la principal imputada por el crimen de César Darío Rodas (41), quien fue hallado asesinado el miércoles 18 de junio pasado por la noche en una casa de Las Cañas, Guaymallén. En esa vivienda, Suárez cumplía desde hacía seis años con una condena a prisión bajo la modalidad de domiciliaria.
La víctima fue descuartizada y, luego, quemada en una parrilla. Incluso, luego Suárez le tomó fotos al torso del hombre y las envió por WhatsApp al excuñado de la aprehendida, quien denunció el hecho en la Comisaría 44° del barrio Unimev.
Cerca de las 23 del mismo miércoles, efectivos policiales ingresaron a la vivienda ubicada en Adolfo Calle al 1.978. Allí se encontraba Suárez, quien expresó a los uniformados que el muerto era su inquilino y que había intentado abusar de una de sus hijas. Por tal motivo, según su relato, procedió a matarlo con colaboración de otros dos hombres.
No obstante, los posteriores estudios a las chicas descartaron cualquier signo de abuso o intento de.
En 2020, Suárez había recibido una condena a 6 años de prisión por el delito de robo agravado por el uso de arma blanca en concurso por ser en poblado y en banda. Al tener bajo su cuidado a hijas menores de edad, más el riesgo de la época por el Covid-19, retomó la modalidad domiciliaria en la casa de Adolfo Calle al 1.978.