El orden del cepillado podría afectar tu esmalte, tu microbiota intestinal y hasta la salud de tus dientes a largo plazo. Cuándo conviene hacerlo y por qué.
¿Cuándo es mejor lavarse los dientes: antes o después de desayunar y por qué es importante el momento?
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WebLavarse los dientes es un hábito tan automático que rara vez nos detenemos a pensar si lo estamos haciendo en el momento adecuado. Sin embargo, cada vez más especialistas coinciden en que el orden del cepillado dental, especialmente por la mañana, no es un detalle menor.
Según expertos en odontología y microbiología, cepillarse antes o después de desayunar puede tener consecuencias distintas en lasalud bucal y general.
Según el odontólogo Nicolás Focaccia, magíster en implantología y especialista en rehabilitación oral, lo más recomendable es cepillarse los dientes antes del desayuno, debido a la gran concentración de bacterias que se acumulan durante la noche por la baja producción de saliva. “Al despertarse, la boca tiene una mayor concentración de bacterias. Cepillarse antes de comer permite eliminarlas y reduce el riesgo de caries y enfermedades periodontales”, señaló Focaccia.
Además, el cepillado previo también puede tener beneficios para la salud digestiva. El especialista sostiene que remover esas bacterias antes de ingerir alimentos disminuye el riesgo de que sean tragadas y alteren el equilibrio de la microbiota intestinal.
Cepillarse los dientes después del desayuno puede ser más eficiente desde el punto de vista de la limpieza mecánica, ya que ayuda a eliminar restos de alimentos que también alimentan a las bacterias dañinas. Sin embargo, el tipo de desayuno importa. “Si nos cepillamos los dientes inmediatamente después de consumir alimentos ácidos, como jugo de naranja, café o yogures, corremos riesgo de dañar el esmalte”, advirtió Focaccia.
Esto se debe a que el pH ácido de estos alimentos ablanda temporalmente el esmalte dental, haciéndolo más vulnerable a la erosión provocada por el cepillado. Por eso, si optás por cepillarte después de comer, lo ideal es esperar al menos 30 minutos para que la saliva neutralice la acidez y restaure el pH bucal. Si no es posible esperar, se recomienda enjuagar la boca con agua para mitigar el impacto.
En una nota publicada por The New York Times, la microbióloga Apoena de Aguiar Ribeiro, de la Universidad de Carolina del Norte, coincide en la importancia de cepillarse antes del desayuno. Según explica, esta práctica activa la producción de saliva, que cumple funciones protectoras clave: fortalece el esmalte, aporta minerales y neutraliza la acidez bucal.
Por su parte, Carlos González-Cabezas, profesor de la Universidad de Míchigan, advierte que el tiempo que pasa entre el despertar y el final del desayuno —normalmente entre 10 y 15 minutos— es suficiente para que las bacterias causen daño si no se eliminan previamente.
En definitiva, el cepillado ideal no solo depende de la frecuencia, sino también del momento y del contexto alimentario. Un pequeño ajuste en la rutina puede marcar una gran diferencia en la salud bucal a largo plazo.