22 de julio de 2025 - 17:50

Para no arruinarlas: cómo realizar la correcta limpieza de tus zapatillas

Mantener las zapatillas en buen estado utilizando el lavarropas requiere una atención y ejecución adecuada.

La limpieza de las zapatillas en el lavarropas es una solución en el hogar que permite mantener la higiene y el aspecto del calzado sin recurrir a servicios externos. Sin embargo, no todos son aptos para este procedimiento. Aplicar este método sin considerar estas diferencias puede deformar la estructura del calzado, despegar las suelas o dañar los colores.

Los materiales como lona, poliéster, nylon o algodón resisten bien la acción mecánica y el agua, mientras que el cuero, la gamuza, la seda y los tejidos con aplicaciones decorativas requieren limpieza manual o profesional para conservar su integridad.

Limpieza zapatillas blancas

El paso a paso para la limpieza

El proceso comienza antes de colocar el calzado en la máquina:

- Se deben cepillar para remover barro, tierra o residuos, lo cual evita que estos obstruyan el sistema de drenaje.

- Los cordones y plantillas deben lavarse por separado, a mano, con jabón suave y un cepillo, ya que su fragilidad los hace más susceptibles al desgaste.

- Luego de enjuagarlos y dejarlos secar al aire, se pueden guardar junto con los zapatos dentro de una bolsa de malla, lo que reduce el impacto durante el centrifugado.

- También es recomendable tratar previamente las manchas con un detergente líquido y no mezclar diferentes colores de calzado para evitar transferencias accidentales.

- Para amortiguar los golpes dentro del tambor, se pueden añadir toallas viejas durante el lavado. El detergente utilizado debe ser suave, hipoalergénico y específico para ropa, evitando jabones agresivos o suavizantes que puedan dejar residuos en los materiales.

Consejos para alargar la vida útil de tu lavarropas.
El lavarropas puede ser una gran opción para limpiar el calzado.

El lavarropas puede ser una gran opción para limpiar el calzado.

Cómo configurar el lavarropas

- La temperatura debe mantenerse fría, salvo indicación contraria en la etiqueta del calzado, ya que el agua caliente puede deformar, encoger o desteñir.

- En cuanto a la velocidad de centrifugado, conviene elegir una baja, especialmente si se trata de zapatos más delicados. Las lavadoras de carga frontal son preferibles, dado que su sistema por tambor giratorio es más amable con las prendas.

- Las de carga superior deben usarse con precaución, seleccionando ciclos delicados y sin agitación intensa.

zapatillas de malla
Con esta técnica sencilla podés mejorar la limpieza de tus zapatillas.

Con esta técnica sencilla podés mejorar la limpieza de tus zapatillas.

Detalles finales

Finalizado el lavado, el secado debe realizarse al aire libre, en sombra y en un lugar con buena ventilación. La exposición directa al sol o a fuentes de calor puede provocar que se despegue el pegamento, que se agrieten los materiales o que se deformen las suelas.

Para ayudar a mantener la forma de los zapatos, se pueden rellenar con papel de diario seco. En invierno, cuando el secado natural es más lento, puede usarse un ventilador o un secador de pelo a baja temperatura, pero nunca una secadora, que deterioraría las uniones internas.

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Este método no solo es efectivo, sino también económico y respetuoso con tus zapatillas.

Este método no solo es efectivo, sino también económico y respetuoso con tus zapatillas.

La particularidad de cada material

- Algunos tipos de zapatos, como los de cuero, gamuza, goma o vinilo, así como los de fiesta con adornos, requieren métodos alternativos.

- Estos materiales no toleran bien ni la humedad excesiva ni el roce mecánico, y en muchos casos conviene llevarlos a una tintorería especializada.

- En cambio, las zapatillas deportivas hechas de materiales resistentes sí pueden lavarse sin inconvenientes si se siguen los pasos adecuados.

No existe una frecuencia universal para el lavado: depende del uso, la actividad y las condiciones de cada usuario. Lo ideal es lavarlos cuando presenten manchas visibles, mal olor o signos de acumulación de suciedad. Evitar lavarlos innecesariamente también ayuda a conservar su estructura por más tiempo. Si se mantienen relativamente limpios, un cepillado frecuente o una limpieza localizada puede ser suficiente entre lavados completos.

Esto no solo conserva el calzado por más tiempo, sino que reduce la necesidad de comprar nuevos pares con frecuencia, lo que también representa una práctica más sostenible.

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