La limpieza de repasadores es esencial ya que, por el uso constante, acumulan grasa, suciedad y bacterias invisibles.
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La limpieza en la cocina es esencial no sólo para mantener el orden, sino también para prevenir enfermedades. Si bien todas las superficies están expuestas a la suciedad, los repasadores son uno de los elementos que más frecuentemente se ensucian, ya sea por la acumulación de grasa u otras sustancias.
Es por ello que conocer los trucos y métodos que mejor ayuden a deshacerse de la suciedad es esencial.
Este truco consiste en una limpieza profunda con productos que se encuentran en cualquier hogar, lo que lo vuelve práctico y accesible.
Las instrucciones son claras y sencillas:
- Llenar una olla con agua, introducir los trapos sucios, espolvorear una taza de bicarbonato de sodio sobre ellos, hervir durante 15 minutos, dejar enfriar y luego vaciar la olla.
- Después, se lavan en un ciclo rápido con detergente habitual y se dejan secar al aire libre. Este procedimiento sencillo destaca no solo por ser económico y amigable con el medioambiente, además permite ahorrar tiempo al evitar ciclos de lavado largos con altas temperaturas.
El mal olor en los repasadores puede ser un problema recurrente, especialmente si se usan con frecuencia. Una vez realizada la limpieza, previamente comentada, realizaremos una nueva mezcla con 3/4 de bicarbonato de sodio y agua.
El bicarbonato de sodio es excelente para neutralizar olores, dejando los repasadores frescos y listos para usar una vez seco.
Para poder lograr un mejor resultado y además desinfectar cada repasador, puedes agregar una mayor cantidad de vinagre blanco a la mezcla de bicarbonato de sodio, logrando un resultado mucho más perfecto y además, si tienen colores claros, ayudará a recuperarlos.
Con estos consejos vas a poder mantener tus repasadores limpios, frescos y listos para su próximo uso, y solo con ingredientes caseros que son fáciles de conseguir y amigables con el medio ambiente.